domingo, 15 de marzo de 2009

Mirror, mirror (look into my mirror)

Hola de nuevo, amiguitos, enemiguitos, seres de otros 'lares' no-terrestres y etcéteras... La historia de hoy es... Mmmhh...

Es una historia real. Le sucedió a la amiga de una amiga. Era una niña pequeña de tamaño y grande en cuanto a sus ilusiones. Todo empezó una noche. Porque a ella gustaba salir de noche y platicar con la luna y las estrellas. Los viernes trece eran sus favoritos, porque todos los astros hacían una gran fiesta con un banquete tan grande como inimaginable. Ellos mismos eran muchísimos. Era gracioso ver cómo todas las estrellas se movían de un lado a otro, como pequeñas mecedoras sonámbulas. Bien es sabido que el Sol también es una estrella, así que no se quedaba atrás en el baile. La luna se veía hermosa. Cada festín parecía usar joyas diferentes, pues resplandecía siempre como si fuera nueva. No importaba en qué parte de su ciclo se encontrara, siempre lucía hermosísima. También iban otras lunas, provenientes de otras galaxias y hasta de otros universos y realidades. Llegaban ahí por medio de elegantes hoyos negros que iban estacionando con mucho cuidado para que no provocasen alborotos.

La fiesta parecía cercana y lejana a la vez, por aquello de que era enorme. Parecía eterna, incluso. La niña quedaba fascinada cuando podía formar parte de aquello desde lejos y muy de cerquita a la vez. Era increíble. Lo recuerdo bien... Es decir, recuerdo cómo me contó mi amiga que su amiga le contó... Ustedes saben a qué me refiro.

Había una lunita por ahí que se divertía mucho, pero ella miraba a la niña terrestre a lo lejos. Intentaba acercarse, pero sus padres le decían que podía ser un lugar peligroso y le impedían jugar cerca y aún más platicar con ese ser tan pequeño y de ojos brillantes. Esa pequeña luna debe recordar muy bien a aquella que admiraba la celebración desde un lugar oscuramente verde y sin árboles. La niña bailaba descalza a un ritmo que imaginaba, pues era probable que no escuchara la música del cielo. No era común que un habitante de un planeta lo hiciera. Una razón era que los planetas no eran invitados a la reunión porque, suelen ser apáticos y no van, así que se ahorran invitaciones. Otra razón era que la música de esas fiestas no está hecha para simples mortales...

En una de esas celebraciones, la lunita se dio cuenta de que la niña había crecido y de que bailaba con su pareja en el pasto. Los dos iban descalzos. Se preguntaba qué se sentía pisar. Se pregunta qué era el sentir algo más por alguien. Cómo se sabía cuando eso llegaba.

Un día, esa lunita, se decidió y dejó de formar parte de esos festines para caer en un planeta desconocido... No era el planeta de la niña que había visto, ni siquiera era parecido. Así es, cayó en la Tierra. Tenía miedo de no sobrevivir lejos de los suyos, de no ser feliz, pero más miedo le daba dar la vuelta y saber que había cometido el peor error de su existencia. Por eso, hizo todo lo que pudo para salir adelante... Incluso, un día se enamoró de un ser extraño y no-terrestre y se dejó llevar entre sus alas de ángel vampírico...

Ésta es una historia real, le sucedió a la amiga-luna de una amiga-niña-de-otro-planeta.

1 soñadores:

hatoros dijo...

APLAUSOS ME GUSTO MUCHO. GRACIAS.

Your results:
You are Dark Phoenix
Dark Phoenix
83%
Apocalypse
79%
Riddler
77%
The Joker
71%
Dr. Doom
68%
Mystique
66%
Magneto
64%
Venom
62%
Juggernaut
62%
Poison Ivy
60%
Catwoman
58%
Mr. Freeze
57%
Green Goblin
54%
Lex Luthor
51%
Kingpin
51%
Two-Face
34%
A prime example of emotional extremes: Passion and fury incarnate.
Click here to take the Super Villain Personality Test