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martes, 1 de mayo de 2012

Una vez más por acá.

Hace mucho que no escribo aquí. Hace mucho que no sentía la necesidad. Hoy retomo este espacio como parte de la nueva etapa que estoy viviendo en todos los aspectos de mi vida (personal, familiar, profesional, académico).

Retomo este espacio y, al mismo tiempo, no es así de simple. En los días siguientes estaré realizando actualizaciones, borrando entradas, agregando links y etc., todo con el fin de hacer de éste, un nuevo y limpio lugar donde pueda dejar un récord de mis trabajos y de mis subidas y bajadas. Como querer arrancar hojas de una libreta y agregarle otras tantas.

Este espacio me ha dejado mucho y no pienso simplemente eliminar entradas al azar. Es por eso que tardará un poco en llegar a ser lo que espero. No quiero un blog totalmente nuevo, pues, como en la vida, no se puede esperar que las experiencias simplemente desaparezcan para reemplazarlas con otras.

Bienvenido sea el que lea estas líneas.
Pórtense como sean felices.

sábado, 22 de mayo de 2010

Se acuerdan?

martes, 9 de febrero de 2010

Voy sintiéndome mejor poco a poco

-Apenas me estuve acordando de ti. Sería raro que tú me dijeras lo mismo.

-Sí, es cierto, eran buenos tiempos. A pesar de que llegamos a sentir que las cosas se ponían difíciles y casi imposibles, logramos pasar sobre todo.

-Lo sé, desde ese entonces ya me gustaba más allá de lo que yo podía controlar. ¿Recuerdas la ocasión en que ayudaste al experimento de laboratorio de física sólo para...? Ja, ja, ja. Tienes razón, no hace falta decir el resto.

-Los amigos, la preparatoria, las salidas, el volarse clases, vueltas a la alameda. O cuando fuimos a estudiar al café internet donde trabaja Jonnhy-Jonh.

-¿Qué? Ah, claro, ¡cómo olvidar que Paquito venía a comer seguido! Claro, hasta que empezó con su novia y ya me dejó de hablar (eso es por si anda de chismoso por aquí =P. Te quiero.) Era divertido cómo incluso pasaba los cumpleaños de familiares míos en casa. Supongo que por eso y otras cosas nos decimos, 'hermanos'.

-¿Cantar en el salón? ¿Yo? Ay, cómo crees... que no me voy a acordar. Pero una cosa es lo que yo hacía con Debb...

"Eres sangre tibia y yooooooooo. Me siento vivo, uooo ooo ooo ooo ooooo!"

...o con Paquito

"It's my life, it is now or never. I ain't gonna live for eva' I just wanna live while I'm alive!!!!
IT'S
MY
LIFE
"


...o con Kat

"Amo su inocencia [17 años], amo sus errores [17 años], soy su primer novio [17 años], su primer amor."

...cómo olvidar con Ventura y Alekz...

"Hágamos una revolución que nuestro líder sea el sol y nuestro ejército sean mariposas!"

-Oooooouuh, yeah! Era muy divertido. Pero lo fue más cuando le gritaste al odioso de Daniel que si quería cantar, que aprendiera. Qué persona tan desesperada por atención a su persona. Iiiiigh, nunca he soportado a seres así. Creo que debí trabajar mi tolerancia. Mmmmhh...

NEH!

-Y cuando ayudaste en el laboratorio de física... Ah, ¿sí? Oh, disculpa, he recordado mucho ese día por alguna razón.

-Vamos, vamos, los últimos días de preparatoria fueron increíbles. Aunque a veces no podías evitar sentir celos, ¿te acuerdas? Ah, pero en ese entonces no eras tú y las demás. Y, si lo era, no lo tenías por cierto. Ya, no seas dramas y recuérdalo con alegría. Después de todo, la ganona eres tú. Claro, claro... O lo soy yo. O ambas si lo ves bien.

-¿Ahora? Sólo mírate un rato, eres fuerte, eres ágil en los pensamientos, eres inteligente y luchas por lo que deseas, sueñas, pretendes. Mírame a mí. No es por nada, pero soy todo lo que siempre quisiste ser y es probable que hasta más. Entendiendo por "siempre" tú sabes qué etapa. Es cierto que cada día quiero más y más, pero, por el contrario de lo que piensas, me hace mucho más feliz de lo que jamás pensaste.

-Mírame, refléjate y seca esas lágrimas que una vez fueron provocadas por lo ocurrido en aquella ocasión, de cuando le temías a la lluvia, a la oscuridad, a la desolación... Eso es, así estás mejor. ¿Entonces qué, camarada? ¿Nos reconciliamos? Te sientes mejor, ¿no?

-Sí, la vida enseña un millón de cosas. Y eso que no llevamos tanto en ella, ¿eh?

Bueno, bueno, suficiente por hoy...

Pórtense como sean felices.

domingo, 1 de noviembre de 2009

En aquel acorde mágico...

Donde todo empezó poco a poco, con una mirada, unos cuantos gestos de aceptación y de amistad y algunos abrazos con demasiada confianza como para cualquier otro amigo... Ya casi año y medio desde aquella tarde llena de árboles bailando, de aquella manera entregada de abrazarle, de acercarme a él para provocarle algo más que una amistad. Después de cierto tiempo, creo que es bueno confesar lo anterior.

Una mujer no siempre va a decir qué pretende. La mayoría de las veces lo hace y eso es suficiente. Incluso, suele pasar que ni siquiera se se lo dice a sí misma. Al menos eso me pasa a mí a veces =$. Pero, cuando regresas un poco el tiempo y te das cuenta de todo lo que pasó y cómo fue, sabes que tienes algo de culpa en cada consecuencia. Que si hubo un beso largo, no fue porque te resistieras; que si resultó en una relación, no fue porque no demostraras un poco de interés; que si esto, que si lo otro.

Hace ya rato, llegué a un acorde mágico que revisé lo más que pude: había un camino, ideas, madurez, diversión... muchas cosas, pero faltaba un poco de luz de luna. ¿Qué digo un poco? Yo supe que hacia falta un satélite de tiempo completo, me postulé y poco a poco me volví la única candidata y así me quedé.

Me quedé con mi magia a hacer más aún en aquel acorde. Creo que pediré un aumento de sueldo. Digo, después del año y medio, ya es mi derecho y obligación del contratante, ¿no? Aunque, no me puedo quejar, me pagan muy bien y... Pues... Cada vez va en aumento mi pago. Rayos, creo entonces que no puedo pedir aumento, pero, ya vendrá el aguinaldo je, je, je...

Disfruten la luna de hoy. Está hermosa y llena y hace el frío justo para salir a verla.

Pórtense como sean felices.

sábado, 9 de mayo de 2009

Colores

El color que marcó su infancia fue el amarillo, por ser feliz, llamativo, el color del sol, el de la piña para la niña y el de la Power Ranger que ninguna niña se peleaba por personificar al jugar -por no ser la rosa; así, siempre tenía un lugar único asegurado-.

El color de las siguientes etapas evolucionó y se convirtió en un azul imposible de describir, pues era uno que recordaba al cielo tanto de noche, como de día y al amanecer y atardecer, así como al azul que se reflejaba en el mar desde arriba. Le parecía un color profundo y lleno de secretos hermosos y terribles.

Conforme fue creciendo, muchos colores se presentaron en su vida, pero ella sabía y sabe que esos dos colores siempre formaran parte de ella. Pero eso sí, ella siempre había pensado que el verde no era la gran cosa. Un enorme prado nunca podría representar para ella lo que ve en el inmenso e indefinido cielo. Sin embargo, un día, llegó un hombre a rellenar aquellos espacios que estaban vacíos. Al poco tiempo, cayó en sus brazos y se enamoró. Ella lo veía de color rojo y le gustaba pensar que de este modo, se completaban los colores primarios. Pero, lo que él comentó un día, le sorprendió...

Su color, era el verde...

Sí, aquel verde que se forma de su infancia y de su cielo y océano; de su sol y de su profundidad marina. Aquel color que se atrevió a desdeñar, se mostraba ante sus ojos en la forma del amor...

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Habían planeado un muy romántico fin de semana en la playa. Todo dependía de que el dragón se fuera de la cueva de la cual debían extraer las maletas, pero eso no pasó hasta casi las dos de la tarde... Disfrutaron de la playa y el calor casi una hora y siguieron sus obligaciones... Pero, QUEEEEEEEEEEÉ PLAYA...

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En fin, son vueltas que da la vida...

miércoles, 6 de mayo de 2009

"La humanidad se cansa pronto de todo, sobre todo de lo que más disfruta"


Hay cosas en la vida que nos tranquilizan en el mismo instante en el que las experimentamos o recordamos. No importa si es la primera vez o la tercera o la quinta o enésima. Puede ser una imagen, una acción, una persona, una vuelta al pasado, lo que sea.

Una de esas cosas que me calman de un modo impresionante es recordar el frío más hermoso que he sentido bajo el cielo más profundo y mío que conozco. Ese recuerdo que me lleva a ver el más precioso amanecer y atardecer, las estrellas más finas y una luna tan amigable y acogedora, que es imposible no rendirse ante la sonrisa que pide a cambio de tal visión.

Todo esto reunido en uno de los lugares donde he pasado una parte importante de mi vida, ya sea sólo descansando, visitando a la familia paterna (que no me cae muy bien, pero no importa), aprendiendo, vagando, conociendo a más familia (de esa que te dicen tus papás, "Mira, él es tu primo de Nosédónde, hijo de mi tío Nuncarecordaráselnombre") y muchas veces, sólo siendo. Este sitiesillo es el rancho que tiene mi abuelita paterna, en un lugar apartado de las multitudes y donde los mosquitos y las arañas no me caen tan mal.

Es un lugar exquisito y muy cómodo. Muchos no se acostumbrarían a él, pues no hay internet y apenas llega la señal al teléfono celular. Yo misma no podría quedarme a vivir ahí el resto de mi vida. Sin embargo, es hermoso visitarlo, porque cada rincón esconde, por lo menos, un recuerdo mío. Desde que llegamos a Aculco, el pueblito por donde pasamos antes de llegar a casa de mi abuelita, las cosas me revolotean en la cabeza y me siento tan feliz de ver ese sitio.

Desde Navidad no he regresado a ese paraje tan singular y he llegado a extrañarlo mucho. Tampoco he visto a mi abuelita. La admiro tanto por ser tan sabia de una forma tan particular: la puritititita práctica o, como se dice formalmente, el empirismo total. Es la única persona que no me ha dejado sin respuesta alguna en toda la vida y que llene alguna parte de mi insaciable curiosidad y de mi ajetreada mentesilla.

Abuelita, ¿por qué tienes poquitas canas? ¿Quieres saltar conmigo en la cama? ¿Por qué los conejos son tan suavecitos? ¿Por qué a veces nos sentimos muy tristes? ¿Crees que Dios juegue con los humanos como nosotros lo hacemos con estos carritos? Abuelita, ¿qué son las estrellas? ¿Crees que la luna nos mire desde arriba? ¿Qué es el tiempo, abuelita?

Sniff... Es una persona muy linda, con un carácter sorprendente y un "genioyfigura" que deben ser tocados con mucho cuidado y respeto. La quiero mucho. Ojalá no tarde en volver a verla. Siempre me ha gustado cómo me abraza y se aferra a mí, mientras me dice, "Hola, almohadita, mírate cómo estás, qué bueno que el Señor te cuida y a tu familia también"...

Entre mi abuelita y el pequeño espacio-tiempo en el que vive, hacen una gran pareja para recordarme cosas tan bonitas y que sin duda me tranquilizan mucho, así como armar más memorias...

Este fin de semana ayudaron, pero no llegó de la nada, sino de una imagen de mi celular... De aquellas en que te dices, cuando la ves en vivo, "¡Qué carajo! No puedo dejar pasar un testimonio así"...

Qué bueno que no soy la humanidad...

viernes, 17 de abril de 2009

Ojalá que sigas cambiando

Hace un año, era una chamaquita de prepa, no sabía si me iban a dar en casa la oportunidad económica de estudiar LO que amo. Era una pequeña frágil que se recargaba en sus amigos para robarles un poco de valor y fuerza y descargar coraje en lágrimas gordas y pesadas. Era una persona sumamente vulnerable, particularmente sensible y muy fácil de tirar con un soplo de viento (si venía de la persona (in-)correcta), pero que empezaba a luchar para no detenerse ya...

Hoy que me veo al espejo, hay una joven con el rostro firme y la mirada más dura a ciertas cosas, más fría a muchas otras. Mi autoestima y mi ego sí han aumentado; ha sido de modo voluntario y trabajoso (imaginen un vocalista inseguro de sí mismo en un escenario), también mi seguridad es mayor. Me he vuelto más individualista en los trabajos, más líder cuando son en equipo (más mandona, si quieren verlo así)... Pareciera que soy más sociable y platicadora, pero, la verdad, es que tengo muy pocos amigos y con pocos disfruto hablar; con la mayoría de la gente, me aburro y pierdo el hilo de las conversaciones. Digamos sólo que la vida es un gran escenario de prueba, excepto con las personas que amo y aprecio... Ahora no me caigo tan fácil, aunque sigo llorando como niña chiquita y los ojos se me siguen inflando como los de un sapo... Ahora estudio LO que amo y lo disfruto a más no poder... Ahora entiendo más de las cosas que leo, ahora me clavo mucho con lo que hago cada que puedo, ahora soy más impulsiva, pero estoy aprendiendo a controlarlo... Ahora, olvido fechas, momentos, palabras que no debería... Ahora es cuando saco tantas cosas del fólder como en fila y ocupando todo el piso de una habitación enorme y blanca y me comparo con la que veo en el espejo... Ya no soy la de antes... Ahora tengo miedo a muchas cosas...

Pero, es por esos baches que nos levantamos o seguimos el camino... Sabemos que debemos enfrentarlos y enfrentarnos... Sí, vernos al espejo y decirnos, "No te tengo miedo" y agarrarnos nosotros mismos los calzones con una mano y con la otra tomarnos de las personas que nos dan fuerza todos los días, que nos apoyan y nos animan en noches como esta...

No podemos olvidarnos a la oscura esquina de un cuarto desde el cual se escucha la lluvia y llorar con el cielo, dejar de comer días y de dormir en las noches y empezar a escuchar sonidos lógicos en la cabeza... Volvernos locos ya no está permitido... Ya no pueden matarte a la mitad y revivirte... Más de una vez no está permitido... Tú has cancelado esa opción...

Aaaaahhhh... Pay de limón

Un año después de que esos árboles se dejaron llevar por el viento y las cabezas se juntaron para no besarse, pero sí quedarse con las ganas, regresaron a la escena, pavimentada de una forma diferente, pero con la misma intención... Esta vez, se besaron en más de una ocasión

martes, 7 de abril de 2009

Claveles en tú día..

Yo era una niña muy pequeña cuando lo vi por primera vez. Hoy deberíamos estar celebrando su cumpleaños: una buena comida en casa de mi abuelita, todos los tíos y sobrinos a su alrededor. O, en su defecto, debimos celebrarlo junto con el cumpleaños de la tía Lorena. En cambio, todos le hablaron al tío Luis de lo maravilloso que era en vida, de los espléndidas que eran sus pláticas, de lo cálidos que eran sus abrazos, de lo maravillosas que eran las fiestas de cumpleaños con él.

Como dije, yo era muy pequeña. No sabía siquiera qué era una lunnä o un ser humano, pero él parecía que sí. Me cuidaba mientras mis papás trabajaban a tal grado que empecé a llamarle "papá". Me enseñó las cosas de mi niñez que recuerdo con más cariño: a escuchar el ritmo de la lluvia, a cantar como desquiciada mientras salto sobre la cama, a verme al espejo y quererme completita, a ver en la regadera del baño un escenario para un concierto (en ese entonces era de Lucerito: Veleeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeta, no sabes a dónde vas. No entiendes lo que es amor), a leer la edad de los árboles, a pintar cuadros cuyas figuras están delimitadas por cordón negro, a dar de comer a los peces mutantes y a los patos del lago de Chapultepec, a observar el cielo sin importar la hora del día o la prisa que llevemos, a esperar con ansias el siguiente viaje a Cuernava, a disfrutar la vida sin importar qué no esté pasando, a llorar sin que nos dé pena, pero sin abusar de las lágrimas, a mirar fijamente a los ojos cuando se expresa algo del corazón, a jugar con el migajón del pan, a que dibujar con gises en el suelo siempre está permitido ("se quita con agua, no dejes que te regañen"), a que dormir abrazada de algo no es malo (mi primo me decía que sí), a que las historias de mi tía Rocío son de a mentis (me daban mucho miedo), a sentir el pasto con los pies, a querer aprender todo momento, sin que importe mi edad, o condición de loquesea; a aceptar a mi familia, a que la canción de los elefantes (cien elefAntes se columpIAban, sobre la tela de una araaaaaaña...) tiene ida y vuelta (como veían que no resistía, mejor se bajó un elefaaaaante), que debe existir el equilibrio en nosotros y los elementos de la naturaleza, que El Rey León es más que otra película de Disney, que a las niñas se les regalan flores, y a los niños... también, pues la naturaleza no tiene restricciones al respecto, que sonreír diario debe estar en nuestro calendario, pues la vida se disfruta más... Conocí cuentos, historias de varias noches, caricaturas muy graciosas, canciones que no olvido, la sidra en el Año Nuevo, mi querido Cuernava... Tantas cosas...

Él ha conseguido el único payaso que no me ha dado miedo (me enteré que él lo había contratado años después, mientras veíamos fotos), para mi fiesta de seis años... Más recuerdos...

Un día se enfermó. Lo operaron más de una vez, estuvo mucho tiempo en el hospital. A mí me llevaban cuando él no estaba tan mal. Recuerdo que le conté un chiste en una de esas visitas:

-Mamá, mamá, ¿me puedo echar una marometa en el jardín?
-No, mi'jita, se te ven los chones.
Cinco minutos después...

-Mamá, mamá, ¿me puedo echar una marometa en el jardín?
-No, mi'jita, se te ven los chones.
Cinco minutos después...

-Mamá, mamá, ya me eché la marometa en el jardín.
-¿Y se te vieron los chones?
-No, porque me los quité...

Reímos muchísimo esa vez... Cuando por fin salió del hospital, me puse inmensamente feliz. No sabía yo que era por estar ya en las últimas. Comíamos caldo de pollo juntos. Yo no quería comer helados hasta que él los pudiera comer conmigo.

Un día se me hizo raro faltar a la escuela sin estar enferma y, además, quedarme con la vecina de más confianza... A medio día salimos de la casa y pasamos a comprar unas flores. Yo las elegí porque sabía cuáles eran sus preferidas. Compré claveles, porque ésas me daba él.

Llegamos a un lugar que no recuerdo muy bien por fuera, pero, por dentro, el pasillo era amarillo y había banquitas como de jardín popis con plantitas, acomodadas de modo perpendicular a la dirección del pasillo. Mi primo, Chris, estaba sentado en una de ellas.

Llegamos a una puerta. Entramos sin saludar. A la primera persona que vi fue a mi mamá y me dijo que se había quedado dormido y que ya no iba a despertar, pero que estaba bien. Yo entendía lo que me quería decir. Ella quería decirme que había muerto. Me acerqué a dejar los claveles de colores. Eran mis flores las más llenas de vida...

Al final, verlo vestido con ese traje de madera: cuadrado, frío, solemne; me hizo llorar semanas enteras. Me hizo querer irme con él, soñar que me invitaba a reunirnos. Lo observaba, dormidito, con una última sonrisa dibujada, descansando, tranquilo, sin dolor, sin enfermedad, pero yo no podía dejar de llorar. Me sacaron de inmediato de ese lugar y seguí llorando abrazada de Chris. Entendía lo que me habían dicho, lo que había visto, pero no quería, sentía que no tenía porqué. Él no debía separarse de mí aún, ¿quién bailaría conmigo el vals de XV años? Yo tenía apenas seis, ¿por qué era yo tan chiquita? ¿Cómo no crecí antes para que bailara conmigo?

Y así fue... Volví a llorar el día en que no pude llamarlo más a mi memoria sin tener que ver una foto suya... Volví a llorar hoy por él, porque aún lo extraño. Quisiera decirle que estudio lo que más amo y que encontré a alguien que me cuida y me ama. Quisiera celebrar este día. Echarle una llamada o ir hasta su casa a darle un abrazote, con un pastel y helado del carrito de la esquina del mercado, llevármelo a Chapultepec a pasear un rato, a seguir aprendiendo de su bondad, de su forma tan particular de ser humano...

Sí, te extraño, a veces más de lo que debo. Sé que estás mejor que aquí, pero, no puedo evitarlo en ocasiones... Te amo, porque hiciste de mí una "buena niña", de esas que luchan por lo que quieren y no olvidan sus sueños ni la búsqueda de su equilibrio...

Feliz cumpleaños, abuelito... Te amo


domingo, 22 de marzo de 2009

"Una de las cosas que nos enseña la música, es a levantarnos hasta de la misma tumba"

Toda la tarde quiso pretender que no había comido para hacerme sentir que era por mi culpa. Discutimos la noche la anterior. Me hizo un hoyo en el alma. Es uno nuevo a pesar de que las amenazas fueron las mismas que ocuparon sus labios hace un año y medio... Ya casi son dos años desde ese entonces tan doloroso pasado... La diferencia es que ya no es miedo lo que siento, sino un coraje enorme por salir, por liberarme un poco...

Después me enteré de que había comido un sandwich de frijoles con queso al regresar del trabajo en la oficina. Hubiera preferido no saberlo.

Esa misma tarde me senté frente a un monitor que aparentaba mostrarme un concierto grabado en vivo. Mientras mis ojos ignoraban la parte gráfica de éste, se hinundaban al saberse vacíos de presente. Sentían que se pudrían entre tanta humedad. Esa tarde redescubrieron un texto que daba crédito de cómo los viernes trece han marcado mi camino...

Un viernes, trece de octubre de dos mil seis, me estaba rindiendo ante cosas que estaban fuera de mis dedos. Pero, salí adelante porque 'hice un berrinche' como el de ayer y aquí estoy, hundiéndome en tarea, dejando pendientes mis composiciones, a mi Chavela colgada en la pared y mis energías derramándose por mis ojos, pero con firmes esperanzas de no perder de vista mis sueños, mis metas, mis deseos, mis amores...

Esto viene del baúl de los recuerdos, no es de ese viernes trece, pero salió del mismo fólder... Digamos entonces que es el fólder de los recuerdos...

Introspección grupal

Te escucho. Te veo.
Te siento. Te alusino.
La luz crea sombras
nocturnas y claras
que se difuminan
poco a poco en mi mente.

¡Al carajo con el arte!
¡Al carajo con las palabras!
La vana superficie
reina y nadie la para.
La exhonerada profundidad
decae a las alturas.

¿No es esto lo que deseamos?
Vivir un bolero moderno,
plástico, inútil, sintético.
¡Que viva la Iglesia católica!
Odiemos todos a los gringos
y adoptemos costumbres europeas
como consecuencia de
una infertilidad nacionalista.

¡Qué viva México y su Independencia!
El gobierno justo reinará,
los pobres renacerán cual fénix
en plenas carreras élite
y conciertos de rock-pop estrangulado,
los jóvenes sabios triunfarán
y los injustos irán a los infiernos...
Your results:
You are Dark Phoenix
Dark Phoenix
83%
Apocalypse
79%
Riddler
77%
The Joker
71%
Dr. Doom
68%
Mystique
66%
Magneto
64%
Venom
62%
Juggernaut
62%
Poison Ivy
60%
Catwoman
58%
Mr. Freeze
57%
Green Goblin
54%
Lex Luthor
51%
Kingpin
51%
Two-Face
34%
A prime example of emotional extremes: Passion and fury incarnate.
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