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lunes, 5 de abril de 2010

Neumelubrina

Había una vez... (No, no, no, no...)

Hace mucho tiempo... (No, no me queda...)

Cuando yo era pequeña... (No, ésa ya la he usado...)

Esta es una historia real. Le sucedió al amigo de un amigo (mucho mejor). Verán, todo empezó cuando Marga-Rita encontró un billete de lotería en el piso. Sin embargo, ella sabía que el conejo azul-eléctrico era el dueño. Aún así, decició seguir caminando hacia donde marcaba el túnel de luz neón, ya saben, es irresistible. El arcoiris era hermoso y las flores que crecían alrededor se llamaban todas Marianas y Josefas (literal, el nombre de una flor, por ejemplo, era Marianas). Sólo había una flor diferente a las demás y Marga-Rita, quiso acercarse a verla de cerca a poca distancia. Resultó ser una flor saltarina que se llamaba Conejo.

Un día antes, Marga-Rita y Conejo volarán a través del espacio informativo más grande que se haya conocido nunca jamás, sino hasta unos meses después. Pero, por aquello de que el Universo se la pasa punzando, como un dedo picado con un nopal, todo acabó y Marga-Rita le pegó al conejo de color azul-eléctrico por quitarle su cupón para pollos rostizados.

Uno nunca sabe para quién trabaja.

domingo, 3 de enero de 2010

Reencuentro

¿Hace cuánto que no te veo, blog? Pfff!!!!! No importa. El problema que tuvimos antes, hay que dejarlo atrás, ¿cómo ves?

...

Sí, yo también. Bueno, platiquemos de nuevo.

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Se supone que tengo muchas cosas que contar, pero, mejor lo resumo todo y, tal vez, un día dé más detalles.

Los exámenes, bien, mejor de lo que esperaba en muchas ocasiones. La última semana de vacaciones, floja. Todas mis clases terminaban antes de lo debido y sentí que debía esperar una infinidad de tiempo para la siguiente. Pero, bien, a fin de cuentas. Las vacaciones, muy cortas. Me mudé el primer domingo de mis vacaciones (son tres en total) y es día que no terminamos que arreglar TODO, ni siquiera de acarrearlo todo al nuevo hogar. Pero, debo aceptar que es un sitio mucho más lindo, más amplio, más tranquilo, más seguro y con un parquesito (de esos de una cuadrita) a lado.

En fin, mañana regreso a clases y estudié nada. No porque no quisiera, sino porque todos los días caía rendida por cargar cosas o por limpiar o por ordenar. Durante dos semana olvidé, a excepción de la cena de Navidad y de Año Nuevo, lo que era la comida casera, el descanso durante el día y otras cosas que no recuerdo. Pero eso sí, leí bastante y me siento bien por eso =).

Espero que este año sea mucho mejor que el pasado. Yo creo que sí, porque cada año como que va mejorando. ¡No'mbre! Si viéramos a dos Addhy's, una a principios de 2009 y otra a finales, yo creo que notarían un cambio inmenso. Oh, sí, oh, yeaaaaaah!

Pero aún tenemos muchos errores que corregir, muchos defectos que reinvindicar y algunos kilos que perder (ya saben, las vacaciones, las cenas, jejeje).

Un abrazo a quien lea esto y espero que tengan un enorme 2010, para les quepa todo lo que quieran lograr.

Y no olviden portarse como sean felices.

lunes, 21 de septiembre de 2009

ZPA013

La primera vez que nos vimos, fue en la cineteca. Simulaba ser un muchacho apartado de todo y muy nerd, pero, me atraía en verdad. Tal vez su facha, tal vez su mirada fija y directa en mi rostro, tal vez su costumbre -igual a la mía- de ir cada viernes, sábado y domingo sin compañía alguna a esas salas.

Un viernes 13 se transmitió una película de Buñuel, nunca antes vista en México. Era sobre un festival musical, con escenas bastante bizarras, donde el fondo eran árboles moviéndose por el viento en la oscuridad nocturna que contrastaba con la iluminación y quietud de los músicos sobre el escenario, cantando a coro. Los personajes: una pequeña mujer que emanaba pasiones y un ángel del dulce dolor que las recibía.

Saliendo, casi me atropella con su coche, un Astra deportivo gris, bastante lindo, con una cabeza de Jack Skellington en su antena y las placas: ZPA013. De momento vi todo eso sólo porque esperaba demandar al infeliz que había atentado contra mi persona -o, ¿no?-. Se bajó muy asustado y me preguntó si estaba bien, si algo me había pasado. Me tomó en sus brazos y notó bajo mis lentes gruesos quién era yo, que estaba más nerviosa por su presencia que por la situación anterior. Soltó el chongo -antiguo- de mi cabello y me dijo, Anda, súbete.

Abrió la puerta del copiloto y entré más nerviosa al auto. El estéreo tocaba de todo (en ese momento era, Algo contigo). Subió él y manejó hasta la salida a Cuernavaca mientras platicábamos de las películas que habíamos visto. Ni cuenta me di por dónde me llevaba.

No llegamos a Cuernavaca... Pero no importó...

Nunca volvió a ir solo a la cineteca.

sábado, 21 de marzo de 2009

You must remember this, a kiss is just a kiss.

Duermo en un acorde mágico
Y despierto al oírlo tocar

La primera vez que dijeron mi nombre terrestre, "Adriana" y no se referían a mí, me puse a llorar con gran tristeza. En el lugar de donde vengo, cada ser tiene un nombre diferente. No importa la cantidad de seres, cada uno es diferente en esencia y eso se debe reflejar en su nombre. En este lugar, debe de haber miles de Adriana's más que yo, por muy única que pueda parecer mi forma de ser. La segunda vez que ocurrió, me di cuenta de que no era tan malo como para llorar, pero no evitó que siguiera extrañando mi individualidad bien marcada. Conforme fui creciendo como persona, supe que puedo transformar mi nombre como yo quiera. Esto lo supe porque un día, sin más ni más, me dijeron "Adri", que, al seguir creciendo mi forma terrestre, se transformó en un más aceptable -para mí- "Addy", gracias a una amiga de la secundaria. Fui Addy durante una larga e importante etapa de mi vida. Abrí los ojos a muchísimas cosas y comenzaron a decirme del modo más estúpido que leo demasiado y soy muy curiosa. En ese momento supe que si llegué a este planeta y no a otro, fue porque así me estaba destinado, porque soy capaz de hacer algo grande aquí.

Los recuerdos se me botaron de las venas desde ayer. Es algo que no me gusta detener, aunque, con ello, salgan lágrimas y/o risas desesperadas ( de ésas que hacen que te duela el abdomen más que cuando haces diez minutos de abdominales mientras inflas un globo tres veces al día para lograr domar a tu diafragma y apoyar bien las notas agudas), aunque sea triste y doloroso a veces.

Ayer fue la noche colonial de mi preparatoria y vi a personas a quienes extrañaba mucho y otras a quienes no esperaba ver de nuevo. Vi a la miss Vicky, de dibujo, ella me pasaba discos enteros de música bien chida, sobre todo de jazz y cosasdemuybuengusto,meparece. Me confesó que ha leído mi humilde blogsito. Me dio muchísimo gusto eso. Fue como si siguiéramos en contacto sin tener que hablar directamente. Vi también a Fuji, mi profe de Física al que llegué a querer mucho a pesar de su supuesta indiferencia con los alumnos je, je, je. El profe tiene corazón de pollo, no'más se hace, yo lo sé, pero shhhh! Vi también a Vicente, de Informática y me preguntó si ya me había casado con mi novio, a lo que contesté un, "Chale, Vicente ¬¬". En fin, el profe no era chismoso, sólo quería hacernos dudar un poco sobre nuestros inciertos destinos je, je, je. Vi a Montoro, el coordinador sudoroso de Informática a quien no olvidaré por darnos la mejor receta de caldo de posho: "1.- Agarran al poshito. 2.- Lo meten a la oshita. 3.- Ya está el caldo de poshito." Lo malo de esa receta, para los que estaban hasta el frente del salón, fue la saliva que salía del profe al pronunciar las "sh" que pretendían ser "ll". Para mí, fue muy gracioso. Vi a la maestra Rocío de la secundaria, nos impartía literatura el segundo año. La extrañaba mucho. Ella me terapeaba y era muy linda. Nos leyó, Donde habitan los ángeles, de un modo muy emotivo. Se tragaba las lágrimas en la parte de Alejandra y yo sí me puse a llorar. Quiero muchísimo a esa señora.

Vi a una amiga de la secundaria: Maricarmen. El encuentro fue increíble. Duramos abrazadas como cinco minutos y no quería soltarla. Ah... Más recuerdos... Con ella y otros amigos reíamos, llorábamos, nos tirábamos en el suelo a ser felices, hacíamos pic-nic's en clases de Inglés, jugábamos a aventarnos bolitas de papel; con la miss Rocío, tirábamos dardos al periódico mural del salón... Éramos muy inmaduros, sí, pero muy felices también... Es una etapa que guardo mucho en mi corazón (aunque éste no tenga memoria, me vale monjas). Maricarmen fue la primera en llamarme, Addy. Vi a Mickey -¿Mouse? Pues, no, pero vi una botarga de Tigger, si les interesa-, otro niño de ésa época. Él cambió un buen, ahora fuma y dice muchísimas peladeces, pero, regresando a la secundaria, era muy lindo, el chamaco. Nos llevábamos muy bien... Ah... Recuerdos... Son muy lindos...

Me encontré a muchísimas personas que fueron parte de mi espiral en algún momento y que, por momentos, aparentemente largos o cortos, lo siguen siendo: Jessy, la hermana de Diana (a ella no la vi), los papás de un ex-amigo de mi hermana, a Fabián, el bajista 'noesmiproblemawey' de una banda que no prosperó conmigo en ella, Jaffet, un chavo de la secundaria que hacía -o hace, no lo sé de cierto- posadas familiares bien chidas y otros varios.

Extrañé ver a Paquito bailar. Vi al grupo de danza sin él y fue como si no tuviera motivo de estar sentada en esa grada...

Me subí a los juegos y me di cuenta de que sí puedo apoyar para llegar a notas agudas je, je, je (gracias por subirte conmigo =$)...

Me senté frente a los salones de inglés con mi él y lloré, porque soy bien pinche sensible... Una vez entramos al salón con la lengua de fuera para que se secara y se sintiera rico volver a meterla je, je, je. Llevé muchas veces a mi Chavelita a ese lugar. Las escaleras... Los salones... Las jardineras... Los preparativos para la noche colonial... La biblioteca... Los ensayos... Las cortersías para refresco... El desmadre... El tiempo libre de verdad... Los maestros... Las personas a quien tanto quise y quiero llegan a mi cabeza de un modo tan rápido que no logro escrbir sobre todos... Mi Lapita, Víc Ventura, Álvaro, Eric, Bea, Eli-Eli, Paquito, Yumi, Rolando "El compañero", Rolando "El fideo" (ja, ja, ja,), Sandy, Ivonne, el taxista, Cuco, Vicky Form, Sersssssssss, Poncho... ¡Ah! ¡Tantos recuerdos tan diferentes en el mismo sitio! ¡La cabeza me da vueltas! Hay un reloj en mí que me da miedo, carajo... No quiero dejar de recordar, pero hay cosas que no me gustan... Aún así... No quiero... No puedo porque no quiero...

No había luna terrestre... No se veían estrellas... Había muchas nubes y el viento era frío... Pero, estando con él, el cielo era hermoso -I´m sorry, Loui, but a kiss is not just a kiss and a sight is not just a sight-... Hace un año éramos amigos y te molestaba porque simplemente me caías bien. Hace un año me daba hasta gusto que tuvieras a alguien quenoerayo... Hace un año nos sentábamos en el suelo a cantar y te compartía de mi chocolate Vaquita... Hace un año... Ah... Más recuerdos... Te lo dije ayer... Cambiaste el cielo...




Mi nombre en el otro planeta era muy lindo, muy único, muy importante, pero, es un precio que no negaría, pues, mis recuerdos ahora son más y me han hecho crecer muchísimo... Además, ahora soy Addhy y no cualquier Adriana más, pero no me túteen a la primera, por favor...
Your results:
You are Dark Phoenix
Dark Phoenix
83%
Apocalypse
79%
Riddler
77%
The Joker
71%
Dr. Doom
68%
Mystique
66%
Magneto
64%
Venom
62%
Juggernaut
62%
Poison Ivy
60%
Catwoman
58%
Mr. Freeze
57%
Green Goblin
54%
Lex Luthor
51%
Kingpin
51%
Two-Face
34%
A prime example of emotional extremes: Passion and fury incarnate.
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