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lunes, 7 de mayo de 2012

De nuevo a las andadas, pero unas diferentes.

Hoy platiqué largo y tendido con un muy buen profesor, guía emocional y -por qué no- amigo. La verdad, cada que tengo una conversación con él, es como una especie de segunda terapia. Esta persona, usualmente, critica, de manera constructiva, las letras de mis canciones: ritmo, métrica, rima, melodía, armonía, clímax, resolución o no del asunto a tratar...

Lo más importante viene cuando esa parte de la crítica queda atrás y entonces comienza el análisis emocional. Las canciones que le enseñé hoy, eran, más bien, como por encargo. Me dijo algo como:

"Ya te demostraste que puedes hacer algo que te pidan. Me consta que sabes de métrica, de rima, de versificación. Lo importante ahora es imprimirle tu sello; involucrarte a través de tu experiencia. No le tengas miedo a poner tus emociones y tu sensibilidad en tu trabajo."

No pude evitar acordarme de todo lo que ha pasado en los últimos meses: rupturas, rupturas everywhere. También recordé las canciones que he hecho recientemente: mucho más personales y más encaminadas al centro de mi yo.

"El que dice que siempre le va bien, es un pendejo o un cobarde."

Y es verdad. Durante las últimas canciones no he parado de llorar, por diversas circunstancias, pero me ha servido para hacer catarsis.

En la vida, como en la música, uno debe aprender a improvisar y lo que no pudiste resolver en su momento, ya pasó.

Eso fue, básicamente, el resumen de una larga conversación.

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A ti, ¿qué te digo? Quisiera que no te tomaras las cosas tan personales. Quizá te pasa porque durante un muy buen rato, mis satélites giraron sólo a tu alrededor. Las cosas están cambiando y no todos mis comentarios van dirigidos a ti. Algunos ni siquiera van dirigidos a alguien y son meras notas.

jueves, 9 de diciembre de 2010

¡Ay, caramba!

Me encuentro en el proceso de aprender a escribir un cuento de manera digna y NO como cuando nos lo piden en los exámenes psicométricos. Se siente como que estoy haciendo algo que no me corresponde aún, a que me estoy llenando de actividades que no me faltan como tal y a que estoy trabajando más de lo que debería, y todo eso es lo que se siente rico.

Por otro lado, hace casi una semana vi a mis primos y podría decir que una crónica al respecto representaría el porqué de la verdadera crisis mexicana: un señor de menos de 40 años que parece de más de 45 por el alcohol y el cigarro, que además discute por tierras que no son suyas; un chavo de menos de treinta que tiene dos hijos, cada uno con una esposa diferente y ni una carrera u oficio; un chavo de mi edad, 21 años, que mantiene a una chica con una niña (la chamaquita no es hija de mi primo) con el dinero de sus padres y que piensa dejar la universidad porque "es muy difícil"; niños de entre 13 y 15 años que van a bailes* donde a las mujeres se les hace de todo, menos respetarlas, y, por último, una niña de 13 qños a la que le encanta leer, pero sólo tiene la oprtunidad de hacerlo en la biblioteca de una secundaria sin demasiados recursos y a cuyo papá no le interesa que desarrolle esas capacidades tanto como que aprenda a cocinar, escoger la verdura en el mercado, barrer, trapear, limpiar la casa, lavar los trastes, lavar ropa, cuidar a los animales*, etc.

Y esos son sólo a los primos que vi, pero me parece que no son ni la mitad... No quiero que se vengan a imaginar a mis tíos.

Ahora deben entender por qué me siento tan feliz de estar en la universidad y escribiendo un cuento.

Moraleja: Si son de mi familia paterna y están leyendo esto, no me pregunten por qué no me gusta hablar con ustedes ¬¬

Cada quien que se porte como sea feliz, yo me voy a estudiar. Con permisito.

*El lugar de reunión fue en las afueras de un pueblito en el Edo. de México, por eso son bailes y no antros y se cuidan animales.

sábado, 16 de enero de 2010

Un abrazo...

Hay ocasiones en la vida en que se nos ponen retos difíciles. Unos más que otros. Pero, está en nosotros tener la capacidad de amarrarnos los calzones bien recio y enfrentarnos con todo. No siempre es tan sencillo. Hay veces que los agarramos, pero no lo suficiente, y terminan por caerse a medio paso.

En el momento en que tomamos aquella decisión tan difícil, es probable que nos duela. Y, es cierto, puede pasar que nos duela más que sea la mejor.

En todo esto, no olvidemos que hay personas que nos quieren, que nos cuidan, que no vamos a estar solos, aunque sea nuestro último suspiro de una vida antigua.

Y si bien no es correcto totalizar, en este caso, tampoco generalizo, sino, todo lo contrario: particularizo. Sabes bien de qué hablo.

En fin, siempre vamos a poder contar con aquellos cómplices, con nuestros hermanos -de sangre y postizos-, con la familia y los amigos. No queda sino batirnos...

Y portarnos como seamos felices. Si, también sabes de quién es esta frase.

domingo, 12 de julio de 2009

...

Cada instante que pasa,
es uno que le he ganado al tiempo;
pero, cada uno que no ha pasado,
es uno que él lleva de ventaja.
Cada momento me acerca más a ti.
Primero, a tus textos en vivo;
después, a tu voz en red;
luego, a tu ferviente mirada;
al final, a lo más esperado:
tus brazos, tus labios,
tus cabellos ahora distantes.
Dime, ¿Ahora mismo te acercas?
¿Será que cada vez estás más lejos?
No lo sé.
Miro el reloj una y otra vez.
Tic-tac-tic-tic-tic-tac-toc.
Espero.
¿Qué espero?
No sé, lo que sea,
pero espero.
La paciencia no es lo mío,
por eso estoy aquí, ahora,
distante, al igual que tú.

martes, 31 de marzo de 2009

No me importa que murmuren y que mi nombre censuren por toda la ciudad

Lo extrañé toda la mañana, desde el momento en que me pareció que el despertador era él mismo. Pude escuchar su voz con toda la claridad posible, casi sentí su mano en mi hombro izquierdo sacudiéndome para reanimarme a un nuevo día...

Era una ilusión... Parte del último sueño premitido por el comenzar del día y el poco cálido despertador...

Me mantuve ocupada todo momento, esperando que sonara una nueva alarma: la de su piel, la de su voz, la de una paloma mensajera con una nota suya... Sabía que mi espera era algo absurda, pues no son cosas de los martes. Todos saben que las palomas mensajeras no trabajan los martes (desconozco la razón) o, eso me han hecho creer toda mi vida...

Talleres de LEA se está poniendo perro... Me dan cosa los exámenes... Todos menos los de Armonía, Tradicional y Arreglo, son las que más me gustan... Aaaaah! Me puse a ñoñear una hora voz, espero que las cosas vayan tomando curso...

Comí en 15 minutos porque me clavé con lo de voz...

Clase de Armonía II con Jorge Arellano es la ley, es mi clase favorita!

Después, Tradicional... Me gusta, pero me da hueva la clase (la materia no) porque mi profe la da muy monótona y muy poco didáctica... ¡Fuchi! De por sí lo tradicional es bien mamón de tratar... Bueno, esperamos (mis compañeritos de clase y yo) que nos cambien al profe o lo capaciten o lo hagan lavarse la boca, MÍNIMO.

Salimos unos minutos antes porque no nos dieron receso ni de tres minutos en cuatro horas seguidas de Armonía... La verdad, lo prefiero así...

Lo que me choca de Fermatta es que van muchos niños "pompi" a lucirse y ya... A hacerse los chistosos y a llamar la atención del modo más absurdo... Me dan una hueva impresionante y me caen muuuuuuuuuuuuuuuuuuuy mal. Ya que se pongan a hacer algo. ¡Están en la Universidad, coño!

Regresando al punto... Salí corriendo de Tradicional para no llegar de noche a mi casita... Ya comí helado y ahora, después de unas palabras de relajación, me dispongo a ñoñear con LEA y voz... La Ingeniería puede esperar...

¡Amo la música! Nunca había sido tan plena ñoñeando por algo y ni siquiera sentir pesado el estudio... Es como cuando tomas un buen trago de tu líquido refrescante favorito y la temperatura que más te complace después de salir del sauna que se hace en el metro y en el que llevas siete estaciones con dos transbordos...

Bueno, exageré, porque la música es mejor que eso...

¡Por cierto, maldito dinero corrupto! Para comprar un boleto de Metallica necesitabas vender sangre o algo así. Pero, claro, como están de moda, todos los compran y los van a ver porque tienen dinero y tarjeta BanameTS, menos yo, porque soy de la prole... También los del VIVE están cariñosos... Agh... Mejor me voy al Alicia un mes...

Moraleja: Sigue tus sueños, tus pasiones y no dejes de luchar por ellos... Más vale una vida de lucha satisfecha que una de comodidad intranquila e infeliz... Piénsalo bien y haz lo que creas más correcto...

miércoles, 7 de enero de 2009

La Lunnä en la cocina

Y heme aquí, un 7 de enero, poniendo en riesgo mi integridad física, la de mi familia y la de la colonia entera (!!!). ¿Cómo? Pues, por primera vez en mi corta-larga (como prefiera el lector) vida me atreví a hornear un pastel. ¿Para qué? Pues porque mañana es 8 de enero. (¿¡Y eso qué!?... ¡Oh! Yo sé porqué hago las cosas) Ahora la casa huele a pan horneado, pero no sólo porque el olor se haya esparcido, sino también porque lo tuve que hacer dos veces. Y no es algo que me enorgullesca. Al contrario. Pero, por otro lado, ¿cuándo iba a estar yo haciendo pasteles toda una tarde? Sólo les diré que el amor en verdad cambia a la gente (je, je, je)

Bueno, prosiguiendo con el relato del pastel... Resulta que encontré la receta en Yahoo respuestas, pero estaba muy mal explicada, así que le barajeé con una receta de pastel de un SEÑOR RECETARIO (¿Por qué no vi desde el inicio el recetario? Chale, eso mismo me pregunté yo toda la tarde). En fin, la de internet decía que pusiera aceite de maíz; yo usé mantequilla... Siento que sabe más rico... O quien sabe, como ya dije, nunca había hecho algo parecido...

Los demás ingedientes los respeté:

2 tazas de harina de hot-cakes
1 taza de azúcar
3/4 taza de mantequilla (que usé en lugar de 1 taza de aceite de maíz)
1 taza de leche
1 cucharada de polvo para hornear
1/8 cucharada de sal
2 huevos
y chocolate en polvo al gusto... Yo usé chocolate Abuelita =)

Lo primero que hice fue poner en un contenedor la mantequilla y la dejé trabajando en la batidora. Después, ya cuando estuvo cremosita, le agregué poco a poco el azúcar, sin parar la batidora. Se ve rico y brilloso eso... Bueno, después añadí la harina, el polvo para hornear y la sal cernidas (creo que así se escribe), pero tanteándole con la leche. Al final, se le agregan los dos huevos y el chocolate. Después, se espera a que quede bien uniforme la mezcla. Se deja en el horno de 40 a 60 minutos a 140°C. No se abre el horno hasta que esté listo o no esponja bonito.

Hasta ahí, todo iba de maravilla... Pero, de la nada, empezaron a llover langostas y salía sangre del fregadero en vez de agua... Así que no tuve más que decirle a mi mamá que estoy embarazada (no lo estoy, ¿eh? ji, ji, ji) para que todo lo demás pasara como si nada... =(

No, la verdad no... Pero hubiera estado bien intenso... =P

La verdad es que, al intentar sacarlo del molde, no lo hizo como debía. ¡Condenado pastel! Se hizo del rogar (¡JUM!). Y quedó todo feo y roto por todas partes. Mi hermana me dijo que parecía un monstruo de los muppets (y tenía razón =(... ) y me hizo sentir tan mal que dije, "Ni madres, a mí ningún pastel me gana". Y que lo hago de nuevo... Por fortuna, sólo me hacía falta un poco de mantequilla que me prestó la comadre de mi mamá (es que vive en el piso de abajo). La segunda mezcla fue más rápida de hacer, porque ya no estuve viendo las recetas para ver qué seguía... ¡No'mbre! Me lo eché en menos de un hora; para ser principiante, estuvo bien (¿verdad que chí?)
Hasta quedó más bonita la masa, más esponjosita y más uniforme que la primera vez... Hasta sabía más rica (no es que las haya probado =P)

Comencé a hornear y esponjó bien padre. ¡Hasta me emocioné! Lo dejé en el horno y puse el temporizador de mi teléfono celular para que no se me fuera a pasar el tiempo y migré a mi alcoba.

Estaba yo de lo más tranquila cuando empezó a oler a quemado. ¡Salí corriendo! Y vi que había sido porque, esponjó tanto, que se cayeron unos cachitos del molde... ¡¡¡Phiuf!!! No saben qué alivio... Volví a mi dormitorio y regresé como a los 15 minutos, porque dejó de oler: el condenado horno me traiconó y se apagó y ya no estaba esponjosito el pan... Lo volví a prender, pero ya no fue igual =(... Ese pastel tenía un buen futuro visual... En fin, a las 11:00 lo apagué y lo dejé ahí. Mañana lo decoraré y se los presumiré en un foto. Y, a lado, el mostruo de los muppets que de seguro se tendrá que comer mi papá (¡JE, JE, JE!)...

Por hoy, he terminado...

Y recuerden...

Si hornean pasteles, es porque su novio(a) cumple años al día siguiente...

domingo, 28 de diciembre de 2008

Si esto no fuera un sueño, diría que estoy soñando...

¡Oh sí! ¡Oh yeah! Este ha sido un día de flojera. Digamos, como resumen, que me he divertido como pepino. Y miren que los pepinos se divierten... Sobre todo los que andan en pijama por la vida. Diiiicen, diiiiicen que pretenden conquistar el mundo poco a poco. Así como los latinos y extranjeros en general acabaran por ser dueños de Estados Unidos en unos años (fuente: mi memoria de las clases de Historia de la secundaria (lo de E.E.U.U., no de los pepinos)). ¡Sí! ¡Igualito! Por eso habitan las cabezas de los niños que no se bañan, para poder vivir tranquilos y comenzar su dominio por las mentes de nuestro planeta. Tienen como plan principal unirse a Mc Dolnalds y a Coca Cola para completar sus planes...

Y así pasé el día, divirtiéndome como pepino. Tratando de idear cómo conquistar el mundo, pero, nada me furuló... Con muchos trabajos pude hacer algo por mi habitación. Insisto que eso del orden no es exactamente lo mío.

Aunque, algo que animó el día fue un muñeco de nieve, dinosaurios, amigos del primer personaje y mi nombre escrito con piedras negras en un piso frío y blanco. ¡Gracias, Sandy!




Espero que todos hayan entendido la lección... Para aquellos que no: sigan participando o leyendo o viviendo al menos je, je, je y todo sin Mc Donalds, Coca Cola y pepinos (se recomienda un buen baño)...

Ya, fuera de choro... La moraleja del día fue:

Cuando los tramposos hacen trampa, son como los leopardos, no pueden ocultar sus manchas ;)
Your results:
You are Dark Phoenix
Dark Phoenix
83%
Apocalypse
79%
Riddler
77%
The Joker
71%
Dr. Doom
68%
Mystique
66%
Magneto
64%
Venom
62%
Juggernaut
62%
Poison Ivy
60%
Catwoman
58%
Mr. Freeze
57%
Green Goblin
54%
Lex Luthor
51%
Kingpin
51%
Two-Face
34%
A prime example of emotional extremes: Passion and fury incarnate.
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