De repente te extraño, pero no sé si llegues a entender por qué. No es que te hayas ido. No es siquiera que estés como ausente. Tal vez sería mejor decir que de repente, me extraño. Y no tienes tanto que ver con eso, ¿cierto?
Tal vez un día lo entienda bien y te pueda explicar por qué yo lloro no de tristeza ni de rabia ni de alegría -no solamente por eso-. Ese día entenderemos por qué cuando veo el cielo, me siento como perdida en él, como si algo me llamara y no pudiera regresar.
Será que te extraño cuando me voy, pero que en verdad me extraño a mí, porque, en realidad, no estoy allá arriba, sino ahí, contigo, sentada. ¿Entiendes un poco? Espero que así sea. No te extraño a ti porque sé que ahí estás, conmigo, sentado. Sé que no te irías, pero no estoy segura de eso respecto a mí. ¿Sería capaz de dejarme sola, sólo contigo? Quién sabe.
Por esto, espero que entiendas por qué te extraño, aún cuando no te esté extrañando, por qué estoy cuando no estoy y viceversa y por qué espero que entiendas cuando yo no puedo hacerlo. Será que sólo tú puedes. En mi vida nunca he conocido alguien más que pueda y menos con tu temple. ¿Cómo lo haces y por qué? Será que me quieres de más.
"...hicimos de los ojos una especie de espejos vueltos hacia dentro, con el resultado, muchas veces, de que acaban mostrando sin reserva lo que estábamos tratando de negar con la boca."
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domingo, 9 de enero de 2011
lunes, 5 de abril de 2010
Neumelubrina
Había una vez... (No, no, no, no...)
Hace mucho tiempo... (No, no me queda...)
Cuando yo era pequeña... (No, ésa ya la he usado...)
Esta es una historia real. Le sucedió al amigo de un amigo (mucho mejor). Verán, todo empezó cuando Marga-Rita encontró un billete de lotería en el piso. Sin embargo, ella sabía que el conejo azul-eléctrico era el dueño. Aún así, decició seguir caminando hacia donde marcaba el túnel de luz neón, ya saben, es irresistible. El arcoiris era hermoso y las flores que crecían alrededor se llamaban todas Marianas y Josefas (literal, el nombre de una flor, por ejemplo, era Marianas). Sólo había una flor diferente a las demás y Marga-Rita, quiso acercarse a verla de cerca a poca distancia. Resultó ser una flor saltarina que se llamaba Conejo.
Un día antes, Marga-Rita y Conejo volarán a través del espacio informativo más grande que se haya conocido nunca jamás, sino hasta unos meses después. Pero, por aquello de que el Universo se la pasa punzando, como un dedo picado con un nopal, todo acabó y Marga-Rita le pegó al conejo de color azul-eléctrico por quitarle su cupón para pollos rostizados.
Uno nunca sabe para quién trabaja.
Hace mucho tiempo... (No, no me queda...)
Cuando yo era pequeña... (No, ésa ya la he usado...)
Esta es una historia real. Le sucedió al amigo de un amigo (mucho mejor). Verán, todo empezó cuando Marga-Rita encontró un billete de lotería en el piso. Sin embargo, ella sabía que el conejo azul-eléctrico era el dueño. Aún así, decició seguir caminando hacia donde marcaba el túnel de luz neón, ya saben, es irresistible. El arcoiris era hermoso y las flores que crecían alrededor se llamaban todas Marianas y Josefas (literal, el nombre de una flor, por ejemplo, era Marianas). Sólo había una flor diferente a las demás y Marga-Rita, quiso acercarse a verla de cerca a poca distancia. Resultó ser una flor saltarina que se llamaba Conejo.
Un día antes, Marga-Rita y Conejo volarán a través del espacio informativo más grande que se haya conocido nunca jamás, sino hasta unos meses después. Pero, por aquello de que el Universo se la pasa punzando, como un dedo picado con un nopal, todo acabó y Marga-Rita le pegó al conejo de color azul-eléctrico por quitarle su cupón para pollos rostizados.
Uno nunca sabe para quién trabaja.
martes, 19 de enero de 2010
"Bienvenidos sean al Circo Beat!!!!" (Fito, enséñanos a hacer el amor! =P)
Señoras y señores, niñas y niños...
¡¡¡El día final se acerca!!!
¿Eh? ¿Qué? No sean... ¿Cómo que el 2012?
No, claro que no me refiero a eso. Es algo mucho mejor.
Vean ustedes, he tomado una desición muy seria:
Antes de morir, cumpliré con 70 cosas extrañas que DEBO hacer. Por eso, pensaré en una lista, pero, creo que son muchas cosas por pensar y sólo tengo claro el punto número uno:
Por ello, se aceptan sugerencias. La condición es que sea divertido o tentador o algo así. No pondré cosas que podrían aburrirme, porque, el punto, es disfrutar la lista.
Si termina mi vida y no realizo todo lo de la lista, no importa, el objetivo de haberme divertido se habrá cumplido =) Además, eso de andar de fantasma no es lo mío. A mí me gusta descansar y, después de una vida, ¿a quién no?
¡¡¡El día final se acerca!!!
¿Eh? ¿Qué? No sean... ¿Cómo que el 2012?
No, claro que no me refiero a eso. Es algo mucho mejor.
Vean ustedes, he tomado una desición muy seria:
Antes de morir, cumpliré con 70 cosas extrañas que DEBO hacer. Por eso, pensaré en una lista, pero, creo que son muchas cosas por pensar y sólo tengo claro el punto número uno:
1. Hacer una lista de 70 cosas extrañas que DEBO hacer antes de morir (incluyendo ésta).
Por ello, se aceptan sugerencias. La condición es que sea divertido o tentador o algo así. No pondré cosas que podrían aburrirme, porque, el punto, es disfrutar la lista.
Si termina mi vida y no realizo todo lo de la lista, no importa, el objetivo de haberme divertido se habrá cumplido =) Además, eso de andar de fantasma no es lo mío. A mí me gusta descansar y, después de una vida, ¿a quién no?
sábado, 3 de octubre de 2009
Curiosidades del inconsciente nocturno
Estaba yo soñando y sabía que todo era nada más y nada menos que el producto de basura de mi incosnciente.
Iba caminando por la UNAM, subiendo unas escaleras que parecían ser del anexo de Ingeniería (si lo conocen, era el edificio de los salones mamones). Iba en la noche, con una compañera que no recuerdo haber visto antes. En la parte baja de las escaleras para subir al segundo piso, había una especie de vagabundo vestido con una gabardina café claro, un sombrero negro como los que me gustan (Fedoras) de color negro, pantalones negros también y unos zapatos de vestir. Aún con todo eso, era un vago =P. Diálogo entre don Vago y yo:
(Hay cosas que no son literales, porque sólo recuerdo la idea)
Vago: ¿Qué tal? ¿Cómo te va?
Addhy: Hola, debo poner atención a todo lo que me digas porque sé que esto es un sueño. Seguramente mi inconsciente me hablará a través de ti y dirá algo importante que deberé recordar siempre. En cuanto me lo digas, voy a despertar para indigar en el tema.
Vago: ...
Addhy: ¿...?
(sólo intercambio de miradas)
Vago: El plátano es una buena fuente de potasio.
Addhy (para sí misma): Ahora debo despertar, antes de que olvide qué me dijo...
A continuación intenté despertar y lo hice hasta que lo logré. Fue una sensación bien rara: mi cuerpo estaba dormido; pero, mi cabeza, no. Quería abrir mis ojos, pero no podía. Quería moverme de modo totalmente consciente, pero algo me lo impedía. Loooooooco.
Cuando me desperté: "Qué mamada" Y me volví a dormir jejejeje
Pero me entró la duda en la mañana y ahí fui:
"El plátano es una buena fuente de potasio"
Pórtense como sean felices y coman potasio.
Iba caminando por la UNAM, subiendo unas escaleras que parecían ser del anexo de Ingeniería (si lo conocen, era el edificio de los salones mamones). Iba en la noche, con una compañera que no recuerdo haber visto antes. En la parte baja de las escaleras para subir al segundo piso, había una especie de vagabundo vestido con una gabardina café claro, un sombrero negro como los que me gustan (Fedoras) de color negro, pantalones negros también y unos zapatos de vestir. Aún con todo eso, era un vago =P. Diálogo entre don Vago y yo:
(Hay cosas que no son literales, porque sólo recuerdo la idea)
Vago: ¿Qué tal? ¿Cómo te va?
Addhy: Hola, debo poner atención a todo lo que me digas porque sé que esto es un sueño. Seguramente mi inconsciente me hablará a través de ti y dirá algo importante que deberé recordar siempre. En cuanto me lo digas, voy a despertar para indigar en el tema.
Vago: ...
Addhy: ¿...?
(sólo intercambio de miradas)
Vago: El plátano es una buena fuente de potasio.
Addhy (para sí misma): Ahora debo despertar, antes de que olvide qué me dijo...
A continuación intenté despertar y lo hice hasta que lo logré. Fue una sensación bien rara: mi cuerpo estaba dormido; pero, mi cabeza, no. Quería abrir mis ojos, pero no podía. Quería moverme de modo totalmente consciente, pero algo me lo impedía. Loooooooco.
Cuando me desperté: "Qué mamada" Y me volví a dormir jejejeje
Pero me entró la duda en la mañana y ahí fui:
"El plátano es una buena fuente de potasio"
Pórtense como sean felices y coman potasio.
Magipalabras:
Cabeza,
debrayes,
me estoy volviendo -más- loca,
Pepinos en pijama,
pulgas en la cabeza
sábado, 6 de junio de 2009
La Raçon
Por fin, la UNAM termina esta semana... EL lunes tengo examen de Álgebra... El miércoles es EL día en que me dicen si me voy a final o no...
Las demás materias no me preocupan en lo más mínimo. Estoy segura de que las exentaré.
¡Sólo quiero que termine el lunes!
Y aprender a tocar el piano...
Y morir a tu lado al mismo tiempo que tú =$... Pues, es verdad que es más realista que el hecho de, "vivamos por siempre y que nuestro amor sea eterno a través de nuestras vidas inmortales".
Las demás materias no me preocupan en lo más mínimo. Estoy segura de que las exentaré.
¡Sólo quiero que termine el lunes!
Y aprender a tocar el piano...
Y morir a tu lado al mismo tiempo que tú =$... Pues, es verdad que es más realista que el hecho de, "vivamos por siempre y que nuestro amor sea eterno a través de nuestras vidas inmortales".
Magipalabras:
debrayes,
delirium tremens,
desequilibrio descontrolado y sensual
miércoles, 6 de mayo de 2009
La baba de caracol es útil para los caracoles...
Fue un muy largo fin de semana con toda mi familia en casa: mamá, papá y hermana. Ayer también estuvieron aquí mis primos y tíos.
-Te extraño-
Fue un fin de semana muy fuera de lo normal, en el que las sensaciones estuvieron a flor de piel; un fin de semana en el que no controlé la frustración acumulada; uno en el que me di cuenta de que mi papá está aceptando más la presencia de mi novio en casa; un fin de semana en el que hice canciones incompletas llenas de enojo, tristeza y esperanza; uno en el que leí, canté y coloreé como hace tiempo no lo hacía...
-Ay, cómo te extraño-
Pero, por fin, después de tantos días de cuarentena cuasivacacional, estoy a punto de regresar a clases. Tengo mucha tarea que hacer aún. También hay mucho que estudiar puesto que me cortaron en mitad de exámenes. Aún me falta hacer pruebas de estática, álgebra lineal, computación y talleres de lea. Yo opino que el de cálculo integral y el de laboratorio de computación no tardan en llegar.
-El fin se acerca... Ah, ¿no verdad? Bueno... Te sigo extrañando jijiji-
Bueno... Por fin a clases y estar fuera de este ocio malsano que sólo lleva a las personas a querer matarse con un hacha mientras ven fantasmas en el hotel que cuidan en las montañas durante el invierno improvisado por el virus de la influenza A...
Con permisito...
-Te extraño-
Fue un fin de semana muy fuera de lo normal, en el que las sensaciones estuvieron a flor de piel; un fin de semana en el que no controlé la frustración acumulada; uno en el que me di cuenta de que mi papá está aceptando más la presencia de mi novio en casa; un fin de semana en el que hice canciones incompletas llenas de enojo, tristeza y esperanza; uno en el que leí, canté y coloreé como hace tiempo no lo hacía...
-Ay, cómo te extraño-
Pero, por fin, después de tantos días de cuarentena cuasivacacional, estoy a punto de regresar a clases. Tengo mucha tarea que hacer aún. También hay mucho que estudiar puesto que me cortaron en mitad de exámenes. Aún me falta hacer pruebas de estática, álgebra lineal, computación y talleres de lea. Yo opino que el de cálculo integral y el de laboratorio de computación no tardan en llegar.
-El fin se acerca... Ah, ¿no verdad? Bueno... Te sigo extrañando jijiji-
Bueno... Por fin a clases y estar fuera de este ocio malsano que sólo lleva a las personas a querer matarse con un hacha mientras ven fantasmas en el hotel que cuidan en las montañas durante el invierno improvisado por el virus de la influenza A...
Con permisito...
Magipalabras:
debrayes,
delirium tremens,
desequilibrio descontrolado y sensual,
en fin
lunes, 6 de abril de 2009
Hasta mañana...
Pasó toda la tarde haciendo una partitura y no logró terminar. Pobre, apenas está aprendiendo el oficio. Se entretiene mucho, pero a las pocas horas, ya necesita levantarse a respirar ritmos diferentes. A la 1:00 a. m. se da cuenta apenas del paso del tiempo, siente su espalda cansada, sus brazos flojos y su vista apagada. Sabe que necesita descansar; también necesita terminar. Pero, por hoy, cree suficiente su trabajo. Tal vez, con la nueva mañana y respiros renovados, pueda entender mejor los ritmos atresillados de una batería que nunca se había dedicado a escuchar con atención.
La cabeza le palpita. Recuerda la cabeza de Jesús llena de espinas. ¿Cómo habrá sido esa sensación?
Lo mejor es que descanse un rato. Toda la madrugada, de ser posible. Y así lo hace... Se acuesta a escuchar el mar. El oscuro cielo la llama, como si le hiciera falta su presencia y le lastimara sólo ser visto a lo lejos.
En definitiva, es hora de descansar. Ya no sabe qué piensa, qué dice. Sólo recibe las palabras como un tesoro de la media noche.
Hasta al rato, Tierra. Que descanses...
La cabeza le palpita. Recuerda la cabeza de Jesús llena de espinas. ¿Cómo habrá sido esa sensación?
Lo mejor es que descanse un rato. Toda la madrugada, de ser posible. Y así lo hace... Se acuesta a escuchar el mar. El oscuro cielo la llama, como si le hiciera falta su presencia y le lastimara sólo ser visto a lo lejos.
En definitiva, es hora de descansar. Ya no sabe qué piensa, qué dice. Sólo recibe las palabras como un tesoro de la media noche.
Hasta al rato, Tierra. Que descanses...
sábado, 21 de marzo de 2009
You must remember this, a kiss is just a kiss.
Duermo en un acorde mágico
Y despierto al oírlo tocar
Y despierto al oírlo tocar
La primera vez que dijeron mi nombre terrestre, "Adriana" y no se referían a mí, me puse a llorar con gran tristeza. En el lugar de donde vengo, cada ser tiene un nombre diferente. No importa la cantidad de seres, cada uno es diferente en esencia y eso se debe reflejar en su nombre. En este lugar, debe de haber miles de Adriana's más que yo, por muy única que pueda parecer mi forma de ser. La segunda vez que ocurrió, me di cuenta de que no era tan malo como para llorar, pero no evitó que siguiera extrañando mi individualidad bien marcada. Conforme fui creciendo como persona, supe que puedo transformar mi nombre como yo quiera. Esto lo supe porque un día, sin más ni más, me dijeron "Adri", que, al seguir creciendo mi forma terrestre, se transformó en un más aceptable -para mí- "Addy", gracias a una amiga de la secundaria. Fui Addy durante una larga e importante etapa de mi vida. Abrí los ojos a muchísimas cosas y comenzaron a decirme del modo más estúpido que leo demasiado y soy muy curiosa. En ese momento supe que si llegué a este planeta y no a otro, fue porque así me estaba destinado, porque soy capaz de hacer algo grande aquí.
Los recuerdos se me botaron de las venas desde ayer. Es algo que no me gusta detener, aunque, con ello, salgan lágrimas y/o risas desesperadas ( de ésas que hacen que te duela el abdomen más que cuando haces diez minutos de abdominales mientras inflas un globo tres veces al día para lograr domar a tu diafragma y apoyar bien las notas agudas), aunque sea triste y doloroso a veces.
Ayer fue la noche colonial de mi preparatoria y vi a personas a quienes extrañaba mucho y otras a quienes no esperaba ver de nuevo. Vi a la miss Vicky, de dibujo, ella me pasaba discos enteros de música bien chida, sobre todo de jazz y cosasdemuybuengusto,meparece. Me confesó que ha leído mi humilde blogsito. Me dio muchísimo gusto eso. Fue como si siguiéramos en contacto sin tener que hablar directamente. Vi también a Fuji, mi profe de Física al que llegué a querer mucho a pesar de su supuesta indiferencia con los alumnos je, je, je. El profe tiene corazón de pollo, no'más se hace, yo lo sé, pero shhhh! Vi también a Vicente, de Informática y me preguntó si ya me había casado con mi novio, a lo que contesté un, "Chale, Vicente ¬¬". En fin, el profe no era chismoso, sólo quería hacernos dudar un poco sobre nuestros inciertos destinos je, je, je. Vi a Montoro, el coordinador sudoroso de Informática a quien no olvidaré por darnos la mejor receta de caldo de posho: "1.- Agarran al poshito. 2.- Lo meten a la oshita. 3.- Ya está el caldo de poshito." Lo malo de esa receta, para los que estaban hasta el frente del salón, fue la saliva que salía del profe al pronunciar las "sh" que pretendían ser "ll". Para mí, fue muy gracioso. Vi a la maestra Rocío de la secundaria, nos impartía literatura el segundo año. La extrañaba mucho. Ella me terapeaba y era muy linda. Nos leyó, Donde habitan los ángeles, de un modo muy emotivo. Se tragaba las lágrimas en la parte de Alejandra y yo sí me puse a llorar. Quiero muchísimo a esa señora.
Vi a una amiga de la secundaria: Maricarmen. El encuentro fue increíble. Duramos abrazadas como cinco minutos y no quería soltarla. Ah... Más recuerdos... Con ella y otros amigos reíamos, llorábamos, nos tirábamos en el suelo a ser felices, hacíamos pic-nic's en clases de Inglés, jugábamos a aventarnos bolitas de papel; con la miss Rocío, tirábamos dardos al periódico mural del salón... Éramos muy inmaduros, sí, pero muy felices también... Es una etapa que guardo mucho en mi corazón (aunque éste no tenga memoria, me vale monjas). Maricarmen fue la primera en llamarme, Addy. Vi a Mickey -¿Mouse? Pues, no, pero vi una botarga de Tigger, si les interesa-, otro niño de ésa época. Él cambió un buen, ahora fuma y dice muchísimas peladeces, pero, regresando a la secundaria, era muy lindo, el chamaco. Nos llevábamos muy bien... Ah... Recuerdos... Son muy lindos...
Me encontré a muchísimas personas que fueron parte de mi espiral en algún momento y que, por momentos, aparentemente largos o cortos, lo siguen siendo: Jessy, la hermana de Diana (a ella no la vi), los papás de un ex-amigo de mi hermana, a Fabián, el bajista 'noesmiproblemawey' de una banda que no prosperó conmigo en ella, Jaffet, un chavo de la secundaria que hacía -o hace, no lo sé de cierto- posadas familiares bien chidas y otros varios.
Extrañé ver a Paquito bailar. Vi al grupo de danza sin él y fue como si no tuviera motivo de estar sentada en esa grada...
Me subí a los juegos y me di cuenta de que sí puedo apoyar para llegar a notas agudas je, je, je (gracias por subirte conmigo =$)...
Me senté frente a los salones de inglés con mi él y lloré, porque soy bien pinche sensible... Una vez entramos al salón con la lengua de fuera para que se secara y se sintiera rico volver a meterla je, je, je. Llevé muchas veces a mi Chavelita a ese lugar. Las escaleras... Los salones... Las jardineras... Los preparativos para la noche colonial... La biblioteca... Los ensayos... Las cortersías para refresco... El desmadre... El tiempo libre de verdad... Los maestros... Las personas a quien tanto quise y quiero llegan a mi cabeza de un modo tan rápido que no logro escrbir sobre todos... Mi Lapita, Víc Ventura, Álvaro, Eric, Bea, Eli-Eli, Paquito, Yumi, Rolando "El compañero", Rolando "El fideo" (ja, ja, ja,), Sandy, Ivonne, el taxista, Cuco, Vicky Form, Sersssssssss, Poncho... ¡Ah! ¡Tantos recuerdos tan diferentes en el mismo sitio! ¡La cabeza me da vueltas! Hay un reloj en mí que me da miedo, carajo... No quiero dejar de recordar, pero hay cosas que no me gustan... Aún así... No quiero... No puedo porque no quiero...
No había luna terrestre... No se veían estrellas... Había muchas nubes y el viento era frío... Pero, estando con él, el cielo era hermoso -I´m sorry, Loui, but a kiss is not just a kiss and a sight is not just a sight-... Hace un año éramos amigos y te molestaba porque simplemente me caías bien. Hace un año me daba hasta gusto que tuvieras a alguien quenoerayo... Hace un año nos sentábamos en el suelo a cantar y te compartía de mi chocolate Vaquita... Hace un año... Ah... Más recuerdos... Te lo dije ayer... Cambiaste el cielo...
Mi nombre en el otro planeta era muy lindo, muy único, muy importante, pero, es un precio que no negaría, pues, mis recuerdos ahora son más y me han hecho crecer muchísimo... Además, ahora soy Addhy y no cualquier Adriana más, pero no me túteen a la primera, por favor...
domingo, 15 de marzo de 2009
Mirror, mirror (look into my mirror)
Hola de nuevo, amiguitos, enemiguitos, seres de otros 'lares' no-terrestres y etcéteras... La historia de hoy es... Mmmhh...
Es una historia real. Le sucedió a la amiga de una amiga. Era una niña pequeña de tamaño y grande en cuanto a sus ilusiones. Todo empezó una noche. Porque a ella gustaba salir de noche y platicar con la luna y las estrellas. Los viernes trece eran sus favoritos, porque todos los astros hacían una gran fiesta con un banquete tan grande como inimaginable. Ellos mismos eran muchísimos. Era gracioso ver cómo todas las estrellas se movían de un lado a otro, como pequeñas mecedoras sonámbulas. Bien es sabido que el Sol también es una estrella, así que no se quedaba atrás en el baile. La luna se veía hermosa. Cada festín parecía usar joyas diferentes, pues resplandecía siempre como si fuera nueva. No importaba en qué parte de su ciclo se encontrara, siempre lucía hermosísima. También iban otras lunas, provenientes de otras galaxias y hasta de otros universos y realidades. Llegaban ahí por medio de elegantes hoyos negros que iban estacionando con mucho cuidado para que no provocasen alborotos.
La fiesta parecía cercana y lejana a la vez, por aquello de que era enorme. Parecía eterna, incluso. La niña quedaba fascinada cuando podía formar parte de aquello desde lejos y muy de cerquita a la vez. Era increíble. Lo recuerdo bien... Es decir, recuerdo cómo me contó mi amiga que su amiga le contó... Ustedes saben a qué me refiro.
Había una lunita por ahí que se divertía mucho, pero ella miraba a la niña terrestre a lo lejos. Intentaba acercarse, pero sus padres le decían que podía ser un lugar peligroso y le impedían jugar cerca y aún más platicar con ese ser tan pequeño y de ojos brillantes. Esa pequeña luna debe recordar muy bien a aquella que admiraba la celebración desde un lugar oscuramente verde y sin árboles. La niña bailaba descalza a un ritmo que imaginaba, pues era probable que no escuchara la música del cielo. No era común que un habitante de un planeta lo hiciera. Una razón era que los planetas no eran invitados a la reunión porque, suelen ser apáticos y no van, así que se ahorran invitaciones. Otra razón era que la música de esas fiestas no está hecha para simples mortales...
En una de esas celebraciones, la lunita se dio cuenta de que la niña había crecido y de que bailaba con su pareja en el pasto. Los dos iban descalzos. Se preguntaba qué se sentía pisar. Se pregunta qué era el sentir algo más por alguien. Cómo se sabía cuando eso llegaba.
Un día, esa lunita, se decidió y dejó de formar parte de esos festines para caer en un planeta desconocido... No era el planeta de la niña que había visto, ni siquiera era parecido. Así es, cayó en la Tierra. Tenía miedo de no sobrevivir lejos de los suyos, de no ser feliz, pero más miedo le daba dar la vuelta y saber que había cometido el peor error de su existencia. Por eso, hizo todo lo que pudo para salir adelante... Incluso, un día se enamoró de un ser extraño y no-terrestre y se dejó llevar entre sus alas de ángel vampírico...
Ésta es una historia real, le sucedió a la amiga-luna de una amiga-niña-de-otro-planeta.
Es una historia real. Le sucedió a la amiga de una amiga. Era una niña pequeña de tamaño y grande en cuanto a sus ilusiones. Todo empezó una noche. Porque a ella gustaba salir de noche y platicar con la luna y las estrellas. Los viernes trece eran sus favoritos, porque todos los astros hacían una gran fiesta con un banquete tan grande como inimaginable. Ellos mismos eran muchísimos. Era gracioso ver cómo todas las estrellas se movían de un lado a otro, como pequeñas mecedoras sonámbulas. Bien es sabido que el Sol también es una estrella, así que no se quedaba atrás en el baile. La luna se veía hermosa. Cada festín parecía usar joyas diferentes, pues resplandecía siempre como si fuera nueva. No importaba en qué parte de su ciclo se encontrara, siempre lucía hermosísima. También iban otras lunas, provenientes de otras galaxias y hasta de otros universos y realidades. Llegaban ahí por medio de elegantes hoyos negros que iban estacionando con mucho cuidado para que no provocasen alborotos.
La fiesta parecía cercana y lejana a la vez, por aquello de que era enorme. Parecía eterna, incluso. La niña quedaba fascinada cuando podía formar parte de aquello desde lejos y muy de cerquita a la vez. Era increíble. Lo recuerdo bien... Es decir, recuerdo cómo me contó mi amiga que su amiga le contó... Ustedes saben a qué me refiro.
Había una lunita por ahí que se divertía mucho, pero ella miraba a la niña terrestre a lo lejos. Intentaba acercarse, pero sus padres le decían que podía ser un lugar peligroso y le impedían jugar cerca y aún más platicar con ese ser tan pequeño y de ojos brillantes. Esa pequeña luna debe recordar muy bien a aquella que admiraba la celebración desde un lugar oscuramente verde y sin árboles. La niña bailaba descalza a un ritmo que imaginaba, pues era probable que no escuchara la música del cielo. No era común que un habitante de un planeta lo hiciera. Una razón era que los planetas no eran invitados a la reunión porque, suelen ser apáticos y no van, así que se ahorran invitaciones. Otra razón era que la música de esas fiestas no está hecha para simples mortales...
En una de esas celebraciones, la lunita se dio cuenta de que la niña había crecido y de que bailaba con su pareja en el pasto. Los dos iban descalzos. Se preguntaba qué se sentía pisar. Se pregunta qué era el sentir algo más por alguien. Cómo se sabía cuando eso llegaba.
Un día, esa lunita, se decidió y dejó de formar parte de esos festines para caer en un planeta desconocido... No era el planeta de la niña que había visto, ni siquiera era parecido. Así es, cayó en la Tierra. Tenía miedo de no sobrevivir lejos de los suyos, de no ser feliz, pero más miedo le daba dar la vuelta y saber que había cometido el peor error de su existencia. Por eso, hizo todo lo que pudo para salir adelante... Incluso, un día se enamoró de un ser extraño y no-terrestre y se dejó llevar entre sus alas de ángel vampírico...
Ésta es una historia real, le sucedió a la amiga-luna de una amiga-niña-de-otro-planeta.
martes, 10 de marzo de 2009
Juzt a little fantazy...
Tenía este relato como borrador
desde hace unos meses.
Bueno, bueno, dos meses...
Y lo leo y pienso que soy una psyquepatha...
desde hace unos meses.
Bueno, bueno, dos meses...
Y lo leo y pienso que soy una psyquepatha...
El día había sido excelente en la universidad: las clases fueron hermosas e interesantes, me di cuenta de que tengo un admirador que idolatra mi pequeña figura de vampiresa y alguien me insultó por no callarme un comentario poco sutil sobre el feminismo actual.
Caminaba yo entonces a través de los campos verdes de la Universidad cuando lo vi. Había sido el amor de mi vida hace unos años. Sin embargo, ya había pasado mi momento en su vida. Han pasado largos años desde eso. Ahora, yace recostado sobre el pasto mientras abraza al amor de su vida en turno. No es más alta que yo, ni siquiera más delgada y, seguramente, no es un ser mágico y mortal. Podría asegurar que no lo toca como yo y que no lo enloquece como yo lo hacía.
Siempre he sido una persona masoquista y siempre termino por recriminarme eso. Esta vez, no fue la excepción. Decidí sentarme a cierta distancia a verlos. Quería recordar cuando éramos él y yo. Cuando era a mí a quien rodeaba con sus brazos.
Y ahí están ellos: recostados, abrazados, medio tapados con su chamarra negra. Se veía la silueta de su brazo rodeando su cuerpo por la cintura. Ella le daba la espalda y tomaba sus brazos con una ternura cruel a mis ojos. De la nada, comencé a ver mucho movimiento en sus cuerpos. Ahí, en pleno jardín. Bueno... No eran los únicos, pero, los demás no me interesaban...
Él había comenzado a besar su cuello. El movimiento continuaba. Podía imaginar el ir y venir de su mano en ella, después de todo, también yo lo había sentido. Debía estar estimunlándola. Sí, eso debía ser. Por eso ella debía estar haciendo gestos de dulce dolor. Insisto, no debe de saber tocarlo como yo lo hacía.
Tal vez sea mejor irme. No debo seguir haciéndome daño... Allá hay otra banca. No creo que me vean desde ahí y está relativamente más cerca. Además, podré verlos de frente sin que sepan. ¡Benditos arbustos!
Caray, ella sí tiene una cara de dulce dolor. No debería de seguir viendo esto. Sólo miro su rostro (el de él), es muy feliz. Él piensa que es un astro que viene de otro universo. Tal vez ella tiene un mejor toque que yo. Claro, debe de ser porque pretende ser artista. Mis manos suelen estar secas y mis uñas medio pintadas. Podría llegar a odiarla, pero no. De todos modos, soy yo a quien tiene en sus brazos en verdad, me mantiene frente a él, es a mí a quien adora con sus manos...
Es a mí a quien ama porque yo soy ella. Por eso no puedo odiarla. Porque no los veo desde lejos... Siento su pecho en mi espalda. Me encantan sus manos, el jardincito es muy excitante. Lo amo y me ama.
Qué bueno que mejoró el día, había sido pésimo...
Gracias por la inspiración, chamaca...
Digamos que me dieron el inicio perfecto
y yo sólo seguí la corriente...
Digamos que me dieron el inicio perfecto
y yo sólo seguí la corriente...
viernes, 6 de marzo de 2009
Ilusión
No me refiero a la marca de lencería para mujer, así que, aguas si entraron a leer por esa razón...
Me refiero a las esperanzas que depositamos en cierta situación, futuro, persona o ángel -del dulce dolor- que se escabulle en nuestras vidas (léase: en mi vida) para crearnos una nueva visión del plan de vida que tenemos (tengo) en mente.
De una luna para otra y con varias dificultades muy bien superadas (acéptalo, somos un gran equipo (yo no dije que lo niegas ahora ji, ji, ji)), te encuentras con un mundo distinto. Te das una vuelta en la cama y ¡ZAM! Ya te caíste...
Como está oscuro y estás mediodormido-mediosacadodeonda, no crees en las luces azules y moradas que ven tus ojos. Piensas que fue por el golpe, pero, comienzas a ver formas: son nueces de Castilla... Te tallas los ojos y las nueces se han hecho pequeñas. Ahora están en un platito blanco, como si se tratara de una botana... A un lado ves dos platos de deliciosas feijoadas (te saboreas las carnes, te empieza a dar hambre) con su tradicional ensalada de naranjas y arroz, en el centro de la mesa hay pequeñas quesadillitas potosinas, preparadas con queso, crema y salsa verde. Cerca están las huellas de unos mojitos y la tempura de helado llegará en cuanto terminen su comida. Lo sabes. ¿Cómo? ¡Carajo! No te importa. Estás en un jardincito zen y la mesa donde está todo eso es redonda y de vidrio, con un toque minimalista, al igual que las sillas... Todo es maravilloso... Y más porque te acompaña la intensidad de unos bellísimos ojos negros... Sí, con esa mirada que desconoces y es tan familiar, que te traspasa hasta el alma y te pone la piel de gallina...
¡ZAM! Qué desmadre... Te quedaste dormido en el suelo después de la caída y te despiertas por el frío... 'Tamadre, tan lindo que era todo aquello... No mam...es. Ojalá pudieras regresar a tu cama y a ese sueño, pero sabes que será imposible hasta la fregada... ¡Sí! ¡Sí! Maldices y dices groserías porque sabes lo injusto que es todo eso, ¡chinga!
Espera...
¡No jodas! ¡Todo está debajo de la cama! Las nueces de Castilla, la comida que ya no recuerdas cómo se llama, las quesadillitas raramente preparadas, las copas vacías, el helado con pan... Hasta huele como a árboles a los que no estás acostumbrado... Intentas meterte, pero, la caja de zapatos que vive ahí no te deja... La sacas con desesperación y encuentras aquellos ojos negros... Te acercas a ellos para agarrarlos y ¡TERCER ZAM!
Todo se va... Te das cuenta de que anhelas todo ello. Cierras los ojos con desesperación. Te has obsesionado con tu visión... ¡Que vuelvan los malditos ojos negros! ¡Sí, malditos! ¿Por qué tenían que presentarse sólo para irse? La escena era bellísima... Y estabas en TU CASA. Lo sabes. No importa cómo, sólo lo sabes. Habías contruido todo eso para LOS OJOS NEGROS... Y, ahora, ya no están... Se fueron porque intentaste alcanzarlos... A la chingada...
Te levantas con calma y pretendes regresar a la cama con tu pareja...
¡CUARTO ZAM!
Sigues ahí con ella. Bueno, cada uno de su lado... Entonces, ¿quién eres tú? Intentas prender la luz y no puedes: se te escapa de las manos hasta traspasar el switch. ¿Estás muerto? ¿No volverás a ver esos ojos? La angustia te invade y sientes que una ola de calor te tira... Vuelves al suelo, pero, esta vez está suave... Ya estás en la cama... Te acercas a ella y le abrazas con un desenfreno tal que le hace despertar intranquilamente... Abre sus párpados... ¿Cómo no te diste cuenta? Son LOS OJOS NEGROS, SON LOS SUYOS... Los que te llenan de misterio y pasión la vida entera, por los que darías TU mundo...
Lloras y no dejas de abrazarle... Tu pareja no comprende... Tú has visto el...
Nah... Si no lo saben ya, no importa... Un día-noche les pasara y, sino, se lo pierden y el destino se lo ahorra...
Me refiero a las esperanzas que depositamos en cierta situación, futuro, persona o ángel -del dulce dolor- que se escabulle en nuestras vidas (léase: en mi vida) para crearnos una nueva visión del plan de vida que tenemos (tengo) en mente.
De una luna para otra y con varias dificultades muy bien superadas (acéptalo, somos un gran equipo (yo no dije que lo niegas ahora ji, ji, ji)), te encuentras con un mundo distinto. Te das una vuelta en la cama y ¡ZAM! Ya te caíste...
Como está oscuro y estás mediodormido-mediosacadodeonda, no crees en las luces azules y moradas que ven tus ojos. Piensas que fue por el golpe, pero, comienzas a ver formas: son nueces de Castilla... Te tallas los ojos y las nueces se han hecho pequeñas. Ahora están en un platito blanco, como si se tratara de una botana... A un lado ves dos platos de deliciosas feijoadas (te saboreas las carnes, te empieza a dar hambre) con su tradicional ensalada de naranjas y arroz, en el centro de la mesa hay pequeñas quesadillitas potosinas, preparadas con queso, crema y salsa verde. Cerca están las huellas de unos mojitos y la tempura de helado llegará en cuanto terminen su comida. Lo sabes. ¿Cómo? ¡Carajo! No te importa. Estás en un jardincito zen y la mesa donde está todo eso es redonda y de vidrio, con un toque minimalista, al igual que las sillas... Todo es maravilloso... Y más porque te acompaña la intensidad de unos bellísimos ojos negros... Sí, con esa mirada que desconoces y es tan familiar, que te traspasa hasta el alma y te pone la piel de gallina...
¡ZAM! Qué desmadre... Te quedaste dormido en el suelo después de la caída y te despiertas por el frío... 'Tamadre, tan lindo que era todo aquello... No mam...es. Ojalá pudieras regresar a tu cama y a ese sueño, pero sabes que será imposible hasta la fregada... ¡Sí! ¡Sí! Maldices y dices groserías porque sabes lo injusto que es todo eso, ¡chinga!
Espera...
¡No jodas! ¡Todo está debajo de la cama! Las nueces de Castilla, la comida que ya no recuerdas cómo se llama, las quesadillitas raramente preparadas, las copas vacías, el helado con pan... Hasta huele como a árboles a los que no estás acostumbrado... Intentas meterte, pero, la caja de zapatos que vive ahí no te deja... La sacas con desesperación y encuentras aquellos ojos negros... Te acercas a ellos para agarrarlos y ¡TERCER ZAM!
Todo se va... Te das cuenta de que anhelas todo ello. Cierras los ojos con desesperación. Te has obsesionado con tu visión... ¡Que vuelvan los malditos ojos negros! ¡Sí, malditos! ¿Por qué tenían que presentarse sólo para irse? La escena era bellísima... Y estabas en TU CASA. Lo sabes. No importa cómo, sólo lo sabes. Habías contruido todo eso para LOS OJOS NEGROS... Y, ahora, ya no están... Se fueron porque intentaste alcanzarlos... A la chingada...
Te levantas con calma y pretendes regresar a la cama con tu pareja...
¡CUARTO ZAM!
Sigues ahí con ella. Bueno, cada uno de su lado... Entonces, ¿quién eres tú? Intentas prender la luz y no puedes: se te escapa de las manos hasta traspasar el switch. ¿Estás muerto? ¿No volverás a ver esos ojos? La angustia te invade y sientes que una ola de calor te tira... Vuelves al suelo, pero, esta vez está suave... Ya estás en la cama... Te acercas a ella y le abrazas con un desenfreno tal que le hace despertar intranquilamente... Abre sus párpados... ¿Cómo no te diste cuenta? Son LOS OJOS NEGROS, SON LOS SUYOS... Los que te llenan de misterio y pasión la vida entera, por los que darías TU mundo...
Lloras y no dejas de abrazarle... Tu pareja no comprende... Tú has visto el...
Nah... Si no lo saben ya, no importa... Un día-noche les pasara y, sino, se lo pierden y el destino se lo ahorra...
(Gracias por alimentar mi vida de este modo =$)
miércoles, 4 de marzo de 2009
A la mierda...
Tú me metiste en esto y ahora no sé cómo salir. Algo me dice que es hora de hacerlo. Pero, ¿cómo te lo digo? ¿Cómo te alejo de mí de una vez por todas? Es mi culpa también por permitirte tantas libertades sobre mi tiempo y mis esfuerzos espaciales. Ahora entiendo las palabras de los demás, pero no tiene caso ya recordarlas, los he perdido a todos...
Maldito agujero negro que se abrió en mi zapato ese día. Ojalá le hubiera dicho que no se podía quedar. Recuerdo muy bien el día que se me acercó. Yo estaba sola y me sentía así también. Él llegó y me dijo que podía ser mi amigo por siempre y que nunca se apartaría de mí. Dijo que me daría el espacio-tiempo que me hacía falta para ser feliz. Y yo, especie lunar pequeña e inocente, le creí.
Se adherió a la suela de mi zapato izquierdo y me abrió un mundo de posibilidades. La primera cosa que hizo fue presentarme de modo directo con Dios y su ejército libertador de almas. Mis "amigos" me decían que estaba cambiando, que me notaban extraña. Y, ¡pues claro que sí! Ahora era otro ser. Mi familia se preocupaba por mí porque no hablaba con ellos, no veía la televisión, no salía a pisar hojas secas. Pero, oo estaba maravillada... En otra ocasión, el hoyo negro, me tomó del pie y me llevó a conocer otros universos, otras realidades, otros tiempos-espacios (incluso hubo sólos tiempos y sólo espacios), llegamos a la destrucción del todo y a un nuevo Big Bang... Todo era una catástrofe tan hermosa y brillante, que quería quedarme a verla por siempre.
Pero, eso se acabó un día. Mi amigo, el hoyo negro, me dijo que era todo, que estaba aburrido de recorrer esos lugares que llevaba conociendo desde siempre desde su horizonte hasta su centro inexistente, que estaba cansado de desafiar las leyes conocidas pobremente por los humanos y cosas así de superficiales. Por eso, se acercó a mí. No, por eso se pegó a mí.
Se adherió a mi sustancia porque quería ver qué se sentía absorber una vida humana, pero, se equivocó: no soy humana y no soy de aquí. Soy como cualquier ser espacial que ya hubiera conocido antes.... Cuando le expliqué, enfureció y llevó todo mi mundo real a un punto de desertificación. Se comió todo lo que tenía y lo escupió sólo para devolverlo de color gris rata. Se llevó los colores y las esencias... Como si ahora mi vida se viera en 2D.
Creo que no me queda más que seguir con él. No puedo dejarlo... Me necesita y... Odio decirlo, pero yo lo necesito... Ya no tengo amigos ni familia. Se volvieron tan grises, que ya ni sonríen... Se fueron para siempre (eso dice él, pero no me miente, es incapaz porque me quiere)... Somos él y yo (sabes que te miente)... Los demás ya no volverán aunque yo intente loquesea (no me miente, te dije que es incapaz)... Estamos juntos en esto (no seas tonta, échalo de tu vida)... Nos necesitamos (no puedo, sabes que no puedo, no puedo)... Ya no sabría vivir con colores y sabores (eres una cobarde... ¡Sí! ¡COBARDE!) y él es incapaz de regresar a sus mundos inquietantemente absurdos y bellos (¡CÁLLATE! ¡¡cobarde! ¡CÁLLATE! ¡cobarde! COÑO! ¡cobarde! ¡CÁLLATE! cobarde...)
No quiero...
Ya no escucho más (por fin se cayó, nunca lo había hecho... Es una parte de mí que aún no es gris)
Me muero (o, eso quiero)...
Sí, creo que (esa otra parte se resiste, ¡maldita sea!)...
Me m...
Maldito agujero negro que se abrió en mi zapato ese día. Ojalá le hubiera dicho que no se podía quedar. Recuerdo muy bien el día que se me acercó. Yo estaba sola y me sentía así también. Él llegó y me dijo que podía ser mi amigo por siempre y que nunca se apartaría de mí. Dijo que me daría el espacio-tiempo que me hacía falta para ser feliz. Y yo, especie lunar pequeña e inocente, le creí.
Se adherió a la suela de mi zapato izquierdo y me abrió un mundo de posibilidades. La primera cosa que hizo fue presentarme de modo directo con Dios y su ejército libertador de almas. Mis "amigos" me decían que estaba cambiando, que me notaban extraña. Y, ¡pues claro que sí! Ahora era otro ser. Mi familia se preocupaba por mí porque no hablaba con ellos, no veía la televisión, no salía a pisar hojas secas. Pero, oo estaba maravillada... En otra ocasión, el hoyo negro, me tomó del pie y me llevó a conocer otros universos, otras realidades, otros tiempos-espacios (incluso hubo sólos tiempos y sólo espacios), llegamos a la destrucción del todo y a un nuevo Big Bang... Todo era una catástrofe tan hermosa y brillante, que quería quedarme a verla por siempre.
Pero, eso se acabó un día. Mi amigo, el hoyo negro, me dijo que era todo, que estaba aburrido de recorrer esos lugares que llevaba conociendo desde siempre desde su horizonte hasta su centro inexistente, que estaba cansado de desafiar las leyes conocidas pobremente por los humanos y cosas así de superficiales. Por eso, se acercó a mí. No, por eso se pegó a mí.
Se adherió a mi sustancia porque quería ver qué se sentía absorber una vida humana, pero, se equivocó: no soy humana y no soy de aquí. Soy como cualquier ser espacial que ya hubiera conocido antes.... Cuando le expliqué, enfureció y llevó todo mi mundo real a un punto de desertificación. Se comió todo lo que tenía y lo escupió sólo para devolverlo de color gris rata. Se llevó los colores y las esencias... Como si ahora mi vida se viera en 2D.
Creo que no me queda más que seguir con él. No puedo dejarlo... Me necesita y... Odio decirlo, pero yo lo necesito... Ya no tengo amigos ni familia. Se volvieron tan grises, que ya ni sonríen... Se fueron para siempre (eso dice él, pero no me miente, es incapaz porque me quiere)... Somos él y yo (sabes que te miente)... Los demás ya no volverán aunque yo intente loquesea (no me miente, te dije que es incapaz)... Estamos juntos en esto (no seas tonta, échalo de tu vida)... Nos necesitamos (no puedo, sabes que no puedo, no puedo)... Ya no sabría vivir con colores y sabores (eres una cobarde... ¡Sí! ¡COBARDE!) y él es incapaz de regresar a sus mundos inquietantemente absurdos y bellos (¡CÁLLATE! ¡¡cobarde! ¡CÁLLATE! ¡cobarde! COÑO! ¡cobarde! ¡CÁLLATE! cobarde...)
No quiero...
Ya no escucho más (por fin se cayó, nunca lo había hecho... Es una parte de mí que aún no es gris)
Me muero (o, eso quiero)...
Sí, creo que (esa otra parte se resiste, ¡maldita sea!)...
Me m...
Magipalabras:
Cabeza,
debrayes,
desequilibrio descontrolado y sensual,
historia,
secretos
domingo, 1 de marzo de 2009
En una tienda de la Lunnä
-¿Qué más puedo hacer por usted?
-Nada más, ya me ha dado todo lo que buscaba.
-¿Seguro que no olvida algo? Podemos traerlo hasta la caja por usted.
-De ser así, creo que olvido una botella de amor del 98%.
-Claro que sí. Un momento... Se solicita una botella de amor del 98% en la caja trece. Amor del 98% en caja trece.
-¡Gracias por vocearlo! ¡Ahora todo mundo sabrá que soy lo suficientemente cobarde para adquirir amor del 100%! O que soy demasiado obsesivo como para uno del 50% o menor.
-No se preocupe, en gustos se rompen géneros... Yo prefiero el amor del 25%, por aquello de los compromisos, es más barato, aunque se me acaba en una noche. Ni hablar... Pero no tiene que apenarse.
-Ya veo... Bueno, ya que nos estamos confesando, me gustaría adquirir amor del 100%, pero me da miedo que nunca se termine o, lo contrario, que un día o una noche, la botella se caiga y se rompa y todo se vaya por la coladera. Es un bien de gran valor como para dejarlo tirarse, y, por eso mismo, no sé si tendré el tiempo para cuidarlo.
-Una razón más por la que prefiero el del 25%, como no dura mucho y vale muy poco, no importa si se rompe.
-Tal vez deba considerar más mi compra y adquirir cuatro del 25%. Pero, creo que a la larga sale más caro. Usted, ¿cómo ve?
-Sin duda es más caro, pero, piénselo, si se rompe su botella del 100% o del 98%, ¿qué hará? ¿Comprar otra? Necesita cuidarle en demasía...
-Es verdad, pero dicen que vale la pena.
-¿Quién dice?
-Personas con quien ingerí amor del 75% o del 80%
-Veo que le gusta esto del amor. Cuidado, puede llegar a convertirse en una adicción.Pero, dígame, ¿qué le han comentado del amor del 100%?
-Que se arriesga mucho al comprarlo y compartirlo, pero que es lo mejor que pudieron haber hecho y que no se arrepienten de ello. Me gustaría sentir que no me arrepiento, pero, si no puedo con ello y me canso antes, me sentiré muy mal. También porque compartiría esa botella con alguien muy especial. Es decir, la persona más importante de mi vida. Y, ¿si la pierdo por alguna obsesión estúpida mía? Me refiero a la botella, claro está.
-Bueno, al menos lo habrá intentado. Si eso quiere y pretende, creo que está bien comenzar por una del 98% y, si cuando se le acabe, le quedan deseos, puede venir y adquirir la del 100%
-Sí, creo que es lo mejor.
-Pero, no lo piense demasiado, porque cada vez hay menos botellas de amor del 100% de las buenas.
-Tiene razón, pero, no es algo que se deba tomar a la ligera. Si para cuando desee una, ya no hay, por algo será.
-Bien pensado. ¡Ah! Por fin trajeron la botella. Aquí la tiene.
-Muchísimas gracias y también por la conversación.
-Cuando guste. En esta tienda, el cliente es lo primero.
-Hasta luego, buenas tardes.
-Buenas tardes. Espero que vuelva pronto, aunque sea sólo a platicarme cómo le va con su botella. Tal vez me anime a comprar una.
-Seguro que vendré. Que le vaya bien.
-Igualmente.
-Nada más, ya me ha dado todo lo que buscaba.
-¿Seguro que no olvida algo? Podemos traerlo hasta la caja por usted.
-De ser así, creo que olvido una botella de amor del 98%.
-Claro que sí. Un momento... Se solicita una botella de amor del 98% en la caja trece. Amor del 98% en caja trece.
-¡Gracias por vocearlo! ¡Ahora todo mundo sabrá que soy lo suficientemente cobarde para adquirir amor del 100%! O que soy demasiado obsesivo como para uno del 50% o menor.
-No se preocupe, en gustos se rompen géneros... Yo prefiero el amor del 25%, por aquello de los compromisos, es más barato, aunque se me acaba en una noche. Ni hablar... Pero no tiene que apenarse.
-Ya veo... Bueno, ya que nos estamos confesando, me gustaría adquirir amor del 100%, pero me da miedo que nunca se termine o, lo contrario, que un día o una noche, la botella se caiga y se rompa y todo se vaya por la coladera. Es un bien de gran valor como para dejarlo tirarse, y, por eso mismo, no sé si tendré el tiempo para cuidarlo.
-Una razón más por la que prefiero el del 25%, como no dura mucho y vale muy poco, no importa si se rompe.
-Tal vez deba considerar más mi compra y adquirir cuatro del 25%. Pero, creo que a la larga sale más caro. Usted, ¿cómo ve?
-Sin duda es más caro, pero, piénselo, si se rompe su botella del 100% o del 98%, ¿qué hará? ¿Comprar otra? Necesita cuidarle en demasía...
-Es verdad, pero dicen que vale la pena.
-¿Quién dice?
-Personas con quien ingerí amor del 75% o del 80%
-Veo que le gusta esto del amor. Cuidado, puede llegar a convertirse en una adicción.Pero, dígame, ¿qué le han comentado del amor del 100%?
-Que se arriesga mucho al comprarlo y compartirlo, pero que es lo mejor que pudieron haber hecho y que no se arrepienten de ello. Me gustaría sentir que no me arrepiento, pero, si no puedo con ello y me canso antes, me sentiré muy mal. También porque compartiría esa botella con alguien muy especial. Es decir, la persona más importante de mi vida. Y, ¿si la pierdo por alguna obsesión estúpida mía? Me refiero a la botella, claro está.
-Bueno, al menos lo habrá intentado. Si eso quiere y pretende, creo que está bien comenzar por una del 98% y, si cuando se le acabe, le quedan deseos, puede venir y adquirir la del 100%
-Sí, creo que es lo mejor.
-Pero, no lo piense demasiado, porque cada vez hay menos botellas de amor del 100% de las buenas.
-Tiene razón, pero, no es algo que se deba tomar a la ligera. Si para cuando desee una, ya no hay, por algo será.
-Bien pensado. ¡Ah! Por fin trajeron la botella. Aquí la tiene.
-Muchísimas gracias y también por la conversación.
-Cuando guste. En esta tienda, el cliente es lo primero.
-Hasta luego, buenas tardes.
-Buenas tardes. Espero que vuelva pronto, aunque sea sólo a platicarme cómo le va con su botella. Tal vez me anime a comprar una.
-Seguro que vendré. Que le vaya bien.
-Igualmente.
miércoles, 25 de febrero de 2009
Ahora, cada noche dialogo conmigo, pero sin mí
Antes de dormir, me sentía muy triste, no podía dejar de llorar. Mis ojos simplemente se ahogaban en mares de llanto que no comprendían. Pero, no eran los únicos, pues mis lágrimas tampoco podían comprender a mis ojos.
Yo me sentía triste, como si me hubieran estropeado alguno de los hermosos y preciados retratos que guardo en mi corazón. Sólo quería recostarme en mi cama con la esperanza de poder dormir un poco. De este modo, caminé hacia ella, me senté un rato muy corto antes de acostarme porque, no estaba segura de poder conciliar el sueño. Cuando por fin me decidí, dejé caer mi pesado aunque pequeño cuerpo hacia atrás. Fue por ello que golpeó mi cabeza fuertemente con la cabecera de la cama.
Eso me hizo pretender estar inconsciente unos momentos. Quise creer que me había quedado profundamente dormida y que, probablemente no despertaría. Trataba con todas mis fuerzas mentales de engañar a mi inconsciente. De verdad trataba, pero no podía siquiera de dejar de llorar...
Entonces, como a causa del choque de mi cabeza, comencé a escuchar un, "Ps, ps". Me dio mucho miedo. Sabía yo que era la única en mi cuarto o... O, ¿NO?
"Ps, ps... ¿Por qué lloran Ojitos?"
Caray, sólo dos personas en la vida me han llamado, Ojitos, pero, me hablaban en singular. ¿De dónde viene esa voz? Y, ¿si le pregunto? De todos modos, ella me habló primero.
"Ps, ps... Ya no lloren, Ojitos"
Ahí está otra vez. Le voy a preguntar. De lo contrario, cómo sé con quien hablo. Si me vuelve a hablar le...
"Ps, ps... Contéstenme, ¿sí?"
-Pero, no entiendes, no somos nosotros los que lloran, dijeron mis ojos para sorpresa mía. A partir de ese inesperado momento, sólo me dispuse a escuchar.
-Pero, yo los pienso llorar. En ese momento comprendí que la que hablaba era mi cabeza.
-No somos nosotros, ya te lo hemos dicho. De UN MOMENTO A OTRO, comenzaron a salir las lágrimas. Nosotros lloramos cuando necesitamos ser lubricados. A veces cuando ella bosteza o estornuda o algo extraño se quiere meter con nosotros, pero esta vez no es así.
-¿Seguros? ¿Ya intentaron parpadear?
-Ella está dormida, si parpadeamos, la despertaremos y nunca sabremos porque nos salen lágrimas. Además, estamos seguros de que no es por nosotros.
-Entonces, tendré que buscar quién más puede estar causando esto. Pero, no pienso dolor, ni tristeza, ni decepción, que pueden ser otras causas de un llanto así de irreparable.
-Tal vez porque hay otro sistema nervioso además de ti. Como si hubiera otro cerebro.
-¿Otro? ¡Claro que no! Eso es imposible. Yo soy quien controla todo esto. Hasta el corazón mismo puede depender de mí, si eso quiero.
Entonces, de la nada, una tercera voz se agregó a la conversación...
-No estés tan seguro que, aunque no es causa mía el llanto, sí hay otro sistema nervioso dentro y es el mío. Era mi corazón que latía a diferentes ritmos para que los otros pudieran traducir la melodía rítmica en palabras.
Cerebro: - Bueno, pero no es para tanto. Yo controlo lo demás.
Corazón: - Entonces, dinos, ¿quién es el causante de ese mar salado?
Ojos: - Sí, dinos, de lo contrario, corremos el riesgo de hincharnos y tener un pésimo aspecto mañana temprano.
Yo también quería saberlo. Necesitaba saber por qué no dejaba de llorar y me dolía de tal modo un algo en mi interior más allá de la médula espinal.
Cerebro: - Bueno, se me subieron un poco los humos, pero, tal vez sí pueda solucionar esto... Hay otro lugar que no controlo a pesar de mi gran alcance a todo el cuerpo. Tal vez sólo influyo un poco en ese lugar.
Corazón: - Bien guardadito que lo tenías.
Ojos: - Dinos cuál es ese lugar. Nos estamos cansando.
Cerebro: - El alma. Es ahí donde yo no influyo de manera primaria. Intentaré comunicarme con esa parte... ¡Alma! ¿Estás bien? ¿Eres tú quien llora de ese modo?
Alma: - ¿Perdón? ¿Quién es? Su voz se escuchaba quebradiza y débil.
Cerebro: Soy el amigo que piensa, ¿me recuerdas?
Alma: - Ah, claro, ¿qué quieres?
Cerebro: - Saber si estás bien. Hay alguien aquí dentro que llora desconsoladamente y no sabemos quién es.
Alma: - Ay, qué pena me da todo esto. Sí, soy yo. Lo que pasa es que me sentí muy mal. Muchas cosas han pasado a mancharme a mí y a mis recuerdos pasados, presentes y futuros. Algo llamado "dolor" se me clavó en una pierna y no me lo puedo sacar. Como consecuencia, se me derrama un líquido rojo que se hace llamar "esperanza".
¡Dios mío! ¡La esperanza es como la sangre!
Cerebro: - ¿Qué podemos hacer por ti, pequeña?
Alma: - Ayúdenme a sacar el dolor. Me lastima mucho. Tal vez si todos tiramos al mismo tiempo. Y, cuando digo todos, me refiero a cada órgano y a cada sentido, a cada parte vitalicia, sola no podré y me tardaré mucho.
Cerebro: - Está bien, pensaré lo suficiente para que todos tiremos y saquemos el dolor. ¡Ya escucharon! ¡Tiremos todos juntos!
Sentí un escalofrío desde mis pies hasta el pelo más largo de mi cabeza. Escuchaba mucho alboroto en mi interior. Sentí calambres en mis piernas y pies, que los vellos se me erizaron, un asco impresionante, un retorcijón como cuando tienes diarrea, que el pecho se me colapsaba, que la respiración se me cortaba, que mi cabeza me dolía, que mi piel se volvía como de gallina, se me volteó el mundo, sentía que me moría... No, mejor dicho, me quería morir...
Entonces, sentí que todo paró... Ya no había sensaciones desagradables o fuera de lo común ni voces ni alboroto... Me sentía mejor... ¡Ya no había lágrimas!
En seguida, me ganó el sueño y me quedé dormida. Entre sueños, vi a una mujer hermosa. Era de piel blanca y no me refiero a piel de un color carne-claro, no. Era blanca de verdad... Me veía de perfil, parecía que su otra mitad era de piel negra, tenía unos preciosos ojos grises, cabello plateado y unas alas muy bellas, llevaba también una túnica, al estilo griego. Me dijo, "gracias" con una voz melodiosa y llena de calma...
Las dos estábamos mejor ahora. Sin embargo, sólo ella y yo comprenderíamos que "dolor" dejaría una cicatriz profunda a la larga y que, corría riesgo de volver a abrirse en cualquier momento...
Yo me sentía triste, como si me hubieran estropeado alguno de los hermosos y preciados retratos que guardo en mi corazón. Sólo quería recostarme en mi cama con la esperanza de poder dormir un poco. De este modo, caminé hacia ella, me senté un rato muy corto antes de acostarme porque, no estaba segura de poder conciliar el sueño. Cuando por fin me decidí, dejé caer mi pesado aunque pequeño cuerpo hacia atrás. Fue por ello que golpeó mi cabeza fuertemente con la cabecera de la cama.
Eso me hizo pretender estar inconsciente unos momentos. Quise creer que me había quedado profundamente dormida y que, probablemente no despertaría. Trataba con todas mis fuerzas mentales de engañar a mi inconsciente. De verdad trataba, pero no podía siquiera de dejar de llorar...
Entonces, como a causa del choque de mi cabeza, comencé a escuchar un, "Ps, ps". Me dio mucho miedo. Sabía yo que era la única en mi cuarto o... O, ¿NO?
"Ps, ps... ¿Por qué lloran Ojitos?"
Caray, sólo dos personas en la vida me han llamado, Ojitos, pero, me hablaban en singular. ¿De dónde viene esa voz? Y, ¿si le pregunto? De todos modos, ella me habló primero.
"Ps, ps... Ya no lloren, Ojitos"
Ahí está otra vez. Le voy a preguntar. De lo contrario, cómo sé con quien hablo. Si me vuelve a hablar le...
"Ps, ps... Contéstenme, ¿sí?"
-Pero, no entiendes, no somos nosotros los que lloran, dijeron mis ojos para sorpresa mía. A partir de ese inesperado momento, sólo me dispuse a escuchar.
-Pero, yo los pienso llorar. En ese momento comprendí que la que hablaba era mi cabeza.
-No somos nosotros, ya te lo hemos dicho. De UN MOMENTO A OTRO, comenzaron a salir las lágrimas. Nosotros lloramos cuando necesitamos ser lubricados. A veces cuando ella bosteza o estornuda o algo extraño se quiere meter con nosotros, pero esta vez no es así.
-¿Seguros? ¿Ya intentaron parpadear?
-Ella está dormida, si parpadeamos, la despertaremos y nunca sabremos porque nos salen lágrimas. Además, estamos seguros de que no es por nosotros.
-Entonces, tendré que buscar quién más puede estar causando esto. Pero, no pienso dolor, ni tristeza, ni decepción, que pueden ser otras causas de un llanto así de irreparable.
-Tal vez porque hay otro sistema nervioso además de ti. Como si hubiera otro cerebro.
-¿Otro? ¡Claro que no! Eso es imposible. Yo soy quien controla todo esto. Hasta el corazón mismo puede depender de mí, si eso quiero.
Entonces, de la nada, una tercera voz se agregó a la conversación...
-No estés tan seguro que, aunque no es causa mía el llanto, sí hay otro sistema nervioso dentro y es el mío. Era mi corazón que latía a diferentes ritmos para que los otros pudieran traducir la melodía rítmica en palabras.
Cerebro: - Bueno, pero no es para tanto. Yo controlo lo demás.
Corazón: - Entonces, dinos, ¿quién es el causante de ese mar salado?
Ojos: - Sí, dinos, de lo contrario, corremos el riesgo de hincharnos y tener un pésimo aspecto mañana temprano.
Yo también quería saberlo. Necesitaba saber por qué no dejaba de llorar y me dolía de tal modo un algo en mi interior más allá de la médula espinal.
Cerebro: - Bueno, se me subieron un poco los humos, pero, tal vez sí pueda solucionar esto... Hay otro lugar que no controlo a pesar de mi gran alcance a todo el cuerpo. Tal vez sólo influyo un poco en ese lugar.
Corazón: - Bien guardadito que lo tenías.
Ojos: - Dinos cuál es ese lugar. Nos estamos cansando.
Cerebro: - El alma. Es ahí donde yo no influyo de manera primaria. Intentaré comunicarme con esa parte... ¡Alma! ¿Estás bien? ¿Eres tú quien llora de ese modo?
Alma: - ¿Perdón? ¿Quién es? Su voz se escuchaba quebradiza y débil.
Cerebro: Soy el amigo que piensa, ¿me recuerdas?
Alma: - Ah, claro, ¿qué quieres?
Cerebro: - Saber si estás bien. Hay alguien aquí dentro que llora desconsoladamente y no sabemos quién es.
Alma: - Ay, qué pena me da todo esto. Sí, soy yo. Lo que pasa es que me sentí muy mal. Muchas cosas han pasado a mancharme a mí y a mis recuerdos pasados, presentes y futuros. Algo llamado "dolor" se me clavó en una pierna y no me lo puedo sacar. Como consecuencia, se me derrama un líquido rojo que se hace llamar "esperanza".
¡Dios mío! ¡La esperanza es como la sangre!
Cerebro: - ¿Qué podemos hacer por ti, pequeña?
Alma: - Ayúdenme a sacar el dolor. Me lastima mucho. Tal vez si todos tiramos al mismo tiempo. Y, cuando digo todos, me refiero a cada órgano y a cada sentido, a cada parte vitalicia, sola no podré y me tardaré mucho.
Cerebro: - Está bien, pensaré lo suficiente para que todos tiremos y saquemos el dolor. ¡Ya escucharon! ¡Tiremos todos juntos!
Sentí un escalofrío desde mis pies hasta el pelo más largo de mi cabeza. Escuchaba mucho alboroto en mi interior. Sentí calambres en mis piernas y pies, que los vellos se me erizaron, un asco impresionante, un retorcijón como cuando tienes diarrea, que el pecho se me colapsaba, que la respiración se me cortaba, que mi cabeza me dolía, que mi piel se volvía como de gallina, se me volteó el mundo, sentía que me moría... No, mejor dicho, me quería morir...
Entonces, sentí que todo paró... Ya no había sensaciones desagradables o fuera de lo común ni voces ni alboroto... Me sentía mejor... ¡Ya no había lágrimas!
En seguida, me ganó el sueño y me quedé dormida. Entre sueños, vi a una mujer hermosa. Era de piel blanca y no me refiero a piel de un color carne-claro, no. Era blanca de verdad... Me veía de perfil, parecía que su otra mitad era de piel negra, tenía unos preciosos ojos grises, cabello plateado y unas alas muy bellas, llevaba también una túnica, al estilo griego. Me dijo, "gracias" con una voz melodiosa y llena de calma...
Las dos estábamos mejor ahora. Sin embargo, sólo ella y yo comprenderíamos que "dolor" dejaría una cicatriz profunda a la larga y que, corría riesgo de volver a abrirse en cualquier momento...

Magipalabras:
Cabeza,
debrayes,
desequilibrio descontrolado y sensual,
historia,
Lunnitä
¡Zape!
Durante el día, mi cabeza pensó en tantas cosas de modo tan descuidado, irresponsable y rápido, que ya no recuerda ni la octava parte a la i (con valores de i=1 hasta infinito). Así es, pensé demasiado y por eso ya reí, ya lloré, ya suspiré, ya me puse feliz y triste y enojada y resignada y muchísimas cosas más.
Sin embargo, hubo un momento en que me calmé mucho y hasta me gustaron mucho los números por eso. Resulta que hacer integrales me hace dejar de pensar en otras cosas y lo mismo pasa con la programación en html. Supongo que sí tengo algo de 'ingenierita' en mí. Me gustan los números y la programación, aunque sea porque me hacen dejar de pensar "de más". Ya sólo me hace falta olvidarme de la música casi por completo, traumarme porque no entiendo alguna clase cuasivital para mi desarrollo profesional y sentirme UNA VERGA... Chale, mejor me quedo así.
En fin... Hoy pensé mucho y siento que tengo miles de palabras que expresar. Peor aún, siento que lo necesito. Pensar demasiado siempre cambia mis días y los hace más cansados y pesados. Pero, hoy me di cuenta de que permite mostrar a LOS DEMÁS (que, por lo general, me importan muy poco o nada, este grupo no incluye a la gente que quiero o que me gusta leer) una cara diferente de Addhy. Soy más amable porque no tengo tiempo para ponerles atención a sus idas y venidas terrestres. Y, por eso, les empiezo a caer bien.
Bueno, bueno... El punto es que, no todo lo que escriba para el día de hoy y, probablemente para esta y la próxima semana y también probablemente en mi vida, sea algo que tenga razón de ser y/o estar. Muchas de ellas sólo pasaron por mi mentecilla loca y me dieron, dan y darán ganas de escribirlo aquí, ¿por qué no?
Así, que sean bienvenidos a una probable nueva etapa de este blog...
Sin embargo, hubo un momento en que me calmé mucho y hasta me gustaron mucho los números por eso. Resulta que hacer integrales me hace dejar de pensar en otras cosas y lo mismo pasa con la programación en html. Supongo que sí tengo algo de 'ingenierita' en mí. Me gustan los números y la programación, aunque sea porque me hacen dejar de pensar "de más". Ya sólo me hace falta olvidarme de la música casi por completo, traumarme porque no entiendo alguna clase cuasivital para mi desarrollo profesional y sentirme UNA VERGA... Chale, mejor me quedo así.
En fin... Hoy pensé mucho y siento que tengo miles de palabras que expresar. Peor aún, siento que lo necesito. Pensar demasiado siempre cambia mis días y los hace más cansados y pesados. Pero, hoy me di cuenta de que permite mostrar a LOS DEMÁS (que, por lo general, me importan muy poco o nada, este grupo no incluye a la gente que quiero o que me gusta leer) una cara diferente de Addhy. Soy más amable porque no tengo tiempo para ponerles atención a sus idas y venidas terrestres. Y, por eso, les empiezo a caer bien.
Bueno, bueno... El punto es que, no todo lo que escriba para el día de hoy y, probablemente para esta y la próxima semana y también probablemente en mi vida, sea algo que tenga razón de ser y/o estar. Muchas de ellas sólo pasaron por mi mentecilla loca y me dieron, dan y darán ganas de escribirlo aquí, ¿por qué no?
Así, que sean bienvenidos a una probable nueva etapa de este blog...
lunes, 23 de febrero de 2009
De un momento a otro
El primer mensaje del día... "Te amo =$"
Abro mi msn a las 3:00 de la tarde y, ¿qué encuentro?
"Son las 12:42 (a.m.)
TE EXTRAÑO
¡TE AMMÖ!"
Ahhh... Hoy vi un compañerito de la primaria en la Facultad de Ingeniería. Su nombre es Leonardo Velasco Velazco (bueno, no recuerdo muy bien si era primero la ese y después la zeta, sólo espero no equivocarme) y yo ya lo había visto antes por esos lares, pero no lo saludé porque estaba muy lejos y no era una persona tan relevante en mi vida. Ahora es amigo-compañero (tal vez al revés) de Mario (Mario no es amigo de algún lado o etapa en específico, sólo es un amigo)... En fin, lo único que me dijo Leonardito fue un muy poco carismático y sorpresivo, "Chale, después de como siete años. ¡Qué día, caray!" Yo sabía que le había causado una gran impresion verme, pero, ¿era para tanto? Pues, resulta que seguí caminando y me encontré a Joaquín (¿SABINA?... Nah, ya quisiera), un chavo que estuvo en la misma Institución educativa que yo desde preescolar hasta la preparatoria (no me juzguen... mucho =P) y, por lo tanto, también conocía a Leonardito de la primaria. Ahora entendía la razón de Leonardito para sorprenderse, pues era seguro que tenía un friego que no veía a Joaquincito. Y, de la nada, de un momento a otro, se encuentra a dos personas que fueron parte de su pasado algo lejano...
Después de entender un poco, platiqué un ratito con Joaquincito porque yo iba de buenas debido a que el mensaje mencionado al inicio tenía poco de haber llegado...
Como dije, yo andaba en la Facultad de Ingeniería porque iba caminando rumbo a Arquitectura. Iba a visitar a Jonnhy-Jonnhy (turututÚ tu-tu), pero ya no fui. A que no se imaginan el porqué... Pues, me mandó un mensaje mi mamá para que le hablara. Total, le marqué y me dijo que la puerta de mi casa YA NO cerraba (YA, ¿NO?... ¡YA! ¡NO!... O SÓLO 'YA', COMO LO PREFIERAS). Así esh... Entonces, me apuré a llegar a mi casa y mi puerta estaba atorada con una escoba. Qué cagado fue eso. Sin embargo, no imagino la cara de mi mamá al ver en la mañana la puerta abierta así como así (de todos modos me da risa)...
El punto es que ya no vi a Jonnhy, pero si lo hubiera visto, no hubiera visto a Leonardito ni a Joaquincito... Mmmm... Qué triste que no vi a Jonnhy =P...
Por otro lado, hoy, en clase de Cálculo Integral, a Lucero se le hizo tarde para entrar, pues tenía la idea de que la clase empezaba a las 10:30 a.m. en vez de a las 10:00, por lo que llegó a las 10:40 a.m., tomando en cuenta el tiempo de tolerancia (15 minutos). La profesora le hizo ver su error y todos en el salón se reíron de ella. Una clase más tarde, un muchacho que estaba en mi clase de Álgebra el semestre pasado, se le hizo fácil entrar como oyente a la de Álgebra Lineal con la Maestra en Algoquedebeserimportante Leda Spezzialle (creo que así se escribe), hizo una pregunta referente al tema del día y la profesora le explicó con algo de enojo. En seguida, lo buscó en la lista y todos nos dimos cuenta de que no estaba inscrito. En ese momento, la ancianita tierna y amarilla, se enojó y lo sacó de la clase, porque no acepta oyentes, por muchas ganas que tengan que aprender.
¿Se dan cuenta? De un momento a otro, tenemos a alguien que nos recuerda cuando puede que nos ama y nos extraña y nos sentimos como flotando. De un momento a otro, el pasado regresa a vivir en el presente (como Leonardito) y, personas que no fueron siempre lejanas (como Joaquín), las identificamos por los días de niñez que compartimos. De un momento a otro, nos enteramos de que Leonardito lleva dos años con su novia, que Adrianita lleva ocho meses con su novio (¡Oh, sí! ¡Oh, yeah!) y que Joaquincito hizo ayer el examen para la Universidad, lo que los convierte en Leonardo, Addhy (jo, jo, jo) y Joaquín. Tenemos planes hechos para reencontrarnos con amigos de la preparatoria y, de un momento a otro, se descompone la puerta de nuestra casa y tenemos que cancelar. De un momento a otro, nos reímos de Lucero's por un error que pudimos haber cometido nosotros. Estamos con todas las ganas de aprender con una anciana sabia y simpática Álgebra Lineal y, de un momento a otro, nos damos cuenta de que ya no estamos en su clase. Componemos un bolero muy cursi, muy 'consonante' y, de un momento a otro, no sabes si serás capaz de terminarlo (esto último no es una metáfora... Voy a terminar el bolero, pero, por cosas que pasaron, pensé que se iba a quedar sin música). De un momento a otro, llamamos a nuestra madre y termina con nuestro crédito... Y es entonces cuando la teoría de los destinos en espiral cobra sentido. Verán... Se supone que nuestros destinos, como acabo de decir, tienen forma de espiral y puede chocar con otras similares. Por esto, hay momentos en que compartimos el tiempo-espacio con otras personas, las dejamos de ver, las olvidamos y después las reencontramos. Por eso, nos reímos de errores que pudieron ser los nuestros (es gracioso mientras no nos pase a nosotros... Y, para que sea gracioso, hay personas en nuestras espirales que lo hagan). Por eso, convivimos unos días con ciertas personas para que después nos regañen y nos corran de sus vidas -o clases-. Por eso, chocamos en el pasado, con el que ahora creemos que es el amor de nuestra vida, una y mil veces sin voltear a vernos (te das cuenta de lo anterior ya que te pones a platicar de lugares, personas y eventos) hasta que es el momento indicado para que las espirales se encuentren...
Es cierto eso de que el hombre es nada sin su pasado, pero también es nada sin su presente, porque, termina siendo parte de su pasado... El futuro no es tan relevante, pues, como ya vimos, cambia de un momento a otro.
Abro mi msn a las 3:00 de la tarde y, ¿qué encuentro?
"Son las 12:42 (a.m.)
TE EXTRAÑO
¡TE AMMÖ!"
Ahhh... Hoy vi un compañerito de la primaria en la Facultad de Ingeniería. Su nombre es Leonardo Velasco Velazco (bueno, no recuerdo muy bien si era primero la ese y después la zeta, sólo espero no equivocarme) y yo ya lo había visto antes por esos lares, pero no lo saludé porque estaba muy lejos y no era una persona tan relevante en mi vida. Ahora es amigo-compañero (tal vez al revés) de Mario (Mario no es amigo de algún lado o etapa en específico, sólo es un amigo)... En fin, lo único que me dijo Leonardito fue un muy poco carismático y sorpresivo, "Chale, después de como siete años. ¡Qué día, caray!" Yo sabía que le había causado una gran impresion verme, pero, ¿era para tanto? Pues, resulta que seguí caminando y me encontré a Joaquín (¿SABINA?... Nah, ya quisiera), un chavo que estuvo en la misma Institución educativa que yo desde preescolar hasta la preparatoria (no me juzguen... mucho =P) y, por lo tanto, también conocía a Leonardito de la primaria. Ahora entendía la razón de Leonardito para sorprenderse, pues era seguro que tenía un friego que no veía a Joaquincito. Y, de la nada, de un momento a otro, se encuentra a dos personas que fueron parte de su pasado algo lejano...
Después de entender un poco, platiqué un ratito con Joaquincito porque yo iba de buenas debido a que el mensaje mencionado al inicio tenía poco de haber llegado...
Como dije, yo andaba en la Facultad de Ingeniería porque iba caminando rumbo a Arquitectura. Iba a visitar a Jonnhy-Jonnhy (turututÚ tu-tu), pero ya no fui. A que no se imaginan el porqué... Pues, me mandó un mensaje mi mamá para que le hablara. Total, le marqué y me dijo que la puerta de mi casa YA NO cerraba (YA, ¿NO?... ¡YA! ¡NO!... O SÓLO 'YA', COMO LO PREFIERAS). Así esh... Entonces, me apuré a llegar a mi casa y mi puerta estaba atorada con una escoba. Qué cagado fue eso. Sin embargo, no imagino la cara de mi mamá al ver en la mañana la puerta abierta así como así (de todos modos me da risa)...
El punto es que ya no vi a Jonnhy, pero si lo hubiera visto, no hubiera visto a Leonardito ni a Joaquincito... Mmmm... Qué triste que no vi a Jonnhy =P...
Por otro lado, hoy, en clase de Cálculo Integral, a Lucero se le hizo tarde para entrar, pues tenía la idea de que la clase empezaba a las 10:30 a.m. en vez de a las 10:00, por lo que llegó a las 10:40 a.m., tomando en cuenta el tiempo de tolerancia (15 minutos). La profesora le hizo ver su error y todos en el salón se reíron de ella. Una clase más tarde, un muchacho que estaba en mi clase de Álgebra el semestre pasado, se le hizo fácil entrar como oyente a la de Álgebra Lineal con la Maestra en Algoquedebeserimportante Leda Spezzialle (creo que así se escribe), hizo una pregunta referente al tema del día y la profesora le explicó con algo de enojo. En seguida, lo buscó en la lista y todos nos dimos cuenta de que no estaba inscrito. En ese momento, la ancianita tierna y amarilla, se enojó y lo sacó de la clase, porque no acepta oyentes, por muchas ganas que tengan que aprender.
¿Se dan cuenta? De un momento a otro, tenemos a alguien que nos recuerda cuando puede que nos ama y nos extraña y nos sentimos como flotando. De un momento a otro, el pasado regresa a vivir en el presente (como Leonardito) y, personas que no fueron siempre lejanas (como Joaquín), las identificamos por los días de niñez que compartimos. De un momento a otro, nos enteramos de que Leonardito lleva dos años con su novia, que Adrianita lleva ocho meses con su novio (¡Oh, sí! ¡Oh, yeah!) y que Joaquincito hizo ayer el examen para la Universidad, lo que los convierte en Leonardo, Addhy (jo, jo, jo) y Joaquín. Tenemos planes hechos para reencontrarnos con amigos de la preparatoria y, de un momento a otro, se descompone la puerta de nuestra casa y tenemos que cancelar. De un momento a otro, nos reímos de Lucero's por un error que pudimos haber cometido nosotros. Estamos con todas las ganas de aprender con una anciana sabia y simpática Álgebra Lineal y, de un momento a otro, nos damos cuenta de que ya no estamos en su clase. Componemos un bolero muy cursi, muy 'consonante' y, de un momento a otro, no sabes si serás capaz de terminarlo (esto último no es una metáfora... Voy a terminar el bolero, pero, por cosas que pasaron, pensé que se iba a quedar sin música). De un momento a otro, llamamos a nuestra madre y termina con nuestro crédito... Y es entonces cuando la teoría de los destinos en espiral cobra sentido. Verán... Se supone que nuestros destinos, como acabo de decir, tienen forma de espiral y puede chocar con otras similares. Por esto, hay momentos en que compartimos el tiempo-espacio con otras personas, las dejamos de ver, las olvidamos y después las reencontramos. Por eso, nos reímos de errores que pudieron ser los nuestros (es gracioso mientras no nos pase a nosotros... Y, para que sea gracioso, hay personas en nuestras espirales que lo hagan). Por eso, convivimos unos días con ciertas personas para que después nos regañen y nos corran de sus vidas -o clases-. Por eso, chocamos en el pasado, con el que ahora creemos que es el amor de nuestra vida, una y mil veces sin voltear a vernos (te das cuenta de lo anterior ya que te pones a platicar de lugares, personas y eventos) hasta que es el momento indicado para que las espirales se encuentren...
Es cierto eso de que el hombre es nada sin su pasado, pero también es nada sin su presente, porque, termina siendo parte de su pasado... El futuro no es tan relevante, pues, como ya vimos, cambia de un momento a otro.
Magipalabras:
Cabeza,
debrayes,
desequilibrio descontrolado y sensual,
UNAM
viernes, 20 de febrero de 2009
La trova y una canción country son mi refugio...
Creo que me estoy volviendo addhycta a desahogarme por este medio. Las hojas blancas de papel o en los cuadernos son muy especiales para mí cuando sé que voy a destinarlas a algo más personal que una integral de F(x) o ecuaciones con matrices que pueden hacer las computadoras hoy en día. Sin embargo, esta cosa tiene su singular encanto.
Ayer soñé cosas horribles. Soñé que no podía volver a verte porque no me lo permitían. Yo te metía a mi casa de una y mil formas, pero siempre nos cachaban. Una y mil formas porque, al final, cuando mi mamá nos prohibía volver a vernos, mi Addhy in-consciente decía, "No tengas miedo, sólo es un sueño, comienza de nuevo." Pero, todo terminaba igual. Yo lo único que quería era verte y estar contigo. Pero te veía y te abrazaba llorando, con una combinación de alegría y tristeza. Por eso intenté no llorar hoy al verte, pero hubo un momento en el que no pude más. Odio las pesadillas, pero odio más recordarlas tan reales y cercanas a la realidad, sin elementos de fantasía que me digan que eso no va a pasar.
Cambiando de tema, voy a confesar algo: no entré a clase de Cálculo Integral ni de Álgebra Lineal porque estoy hasta la madre de la Facultad de Ingeniería. Ayer por la noche me di cuenta de que es lo único que me puedo seguir pagando, porque en verdad, no lo hago. Lo hacen las personas que pagan impuestos y yo aún ni trabajo. Si me voy de mi casa, no puedo pagar una Academia como Fermatta, al menos hasta que pasen muchos años más y consiga progresar un poco. Es por eso que la detesto tanto a veces. A veces me gustaría sentirme a gusto ahí. Sentir algún tipo de pasión por las clases y los conocimientos que adquiero porque "quiero dedicarme a ello el resto de mi vida y amo eso". Me gusta lo que aprendo, pero no es mi máximo aún. No siento siquiera la responsabilidad de llamar para pedir la tarea y no atrasarme; de hecho, me parece hipócritamente responsable el hacerlo. Ni hablar, si a la larga es lo único que me va a quedar para prepararme de un modo profesional, tristemente no puedo abandonarlo. No aún...
A veces me da -muchísimo- miedo la forma en la que estoy pensando. Sueno a que va a ser todo muy fácil y lo voy a lograr de modo sencillo. Sueno a que detesto a mi familia por no entenderme y mucho menos respetarme. No es así. Yo no puedo odiar a la gente. Soy inútil para ello.
Sí. También hoy me di cuenta de ello. Iba de regreso a mi casa, en el metrobús. Había como dos chavos que me iban haciendo ojitos, los muy idiotas. Como iba de no-buenas por el hecho de tener que regresar a casa, los vi feo y sólo se apenaron mucho. Bueno, no es el punto. El rollo de este párrafo es que, después de verlos feo, vi el Parque Hundido. Por un momento recordé cómo mi abuelito -materno- me enseñó a deducir las edades de los árboles, cómo me enseñó a oler la naturaleza de una forma única, el modo en que hablaba del fuego, del viento, del agua y de la tierra y de cómo cada uno es parte de nosotros. Recordé mucho acerca de él. Él me formó en gran parte de mi vida. Creo que en el deseo de mi abuelito por querer 'echarme a perder' (por aquello de que ya no le tocaba educarme), hizo de mí alguien mucho mejor. Recordé cómo mis primos lo querían por los dulces y regalos de Reyes que nos daba. Yo lo amaba por jugar conmigo, por enseñarme, por ir por mí a la escuela, por darme placebos muy azucarados y chocolatosos y heladosos y abrazadores... Lo amaba -y lo amo- por todo lo que hizo por mí, en mí y para mí. Hasta la fecha, es la persona más sabia-querible-quemequería que he conocido y que ha cambiado mi vida entera. Lo extraño muchísimo en los instantes en que tengo problemas con mis papás. A veces me gustaría escucharlo una vez más, dándome un consejo o un regaño. Cualquiera de los dos valdría diamantes enteros o millones de pozos de petróleo. En fin, el punto es que no puedo odiar al mundo entero porque una vez bien-aprendí que siempre hay buenas-cosas si las vemos con buenos-ojos. Tampoco puedo odiar a toda la gente, porque he conocido a personas muy valiosas a lo largo de mi vida.
Retomando el asunto del inicio: me volé dos clases... Y, ¿qué hice? Me fui a ver a Alekz. Lo necesitaba de verdad. Es la única persona capaz de hacerme sentir un mucho mejor y con quien puedo pensar un poquito más con la cabeza y sin tanta víscera, como me dijo ayer mi papá. Además, es la única persona que no me dice, "No llores", si se me empiezan a salir las lágrimas de forma estúpida e irracional. Sólo me abraza y deja que salga todo lo que tenga que hacerlo. Por si fuera poco, abraza bien rico y sus besos me hacen olvidar todo mi alrededor, como si mis dramas desaparecieran y ya no importara mi casa o la Facultad o mi ausencia a las clases o mis disque faltas de respeto a la sociedad (como si ella me hubiera tratado tan bien... Bah!). Hasta se me olvida cómo llorar de tristeza. Tuvo examen y yo me tenía que ir a más tardar a la una en punto, porque mis papás no supieron que no asistí a clases y mucho menos iba a encontrarme con él. Pero, cuando llegué al transbordo en Nuevo León -la estación-, no pude continuar, porque no quise. Así que llamé a mis papás (a cada uno por separado) y les mentí para poder regresar con Alekz. No quería regresar a ver la cara de mi mamá, o tener que soportar sus ideas pseudoliberales. En verdad sigo enojada y creo que ella también, pero ha aprendido a ponerse máscaras con sonrisitas. Yo no. Y, por, eso me llaman berrinchuda y caprichosa. Yo pienso que por fin descubrí que mi futuro tiene que agarrarse de algo muy fuerte y aún no sé de qué. Lo de irme no es definitivo HOY, por las razones que ayer expuse. La verdad, me da miedo hacerlo. Supongo que me da miedo crecer una vez más. Ayer le dije a mi mamá que no sé por qué no entiende que no soy como todas las niñas fresitas (bueno, sólo dije, "niñas") y me dijo, "Bueno, si no eres como todas y no te parecen las reglas, las puertas de esta casa están abiertas para cuando te quieras ir."
¡Carajo! Esa maldita frase de nuevo. Pero, tal vez, sólo tal vez, necesitaba escucharla para tomar el coraje suficiente para darme cuenta de que quiero luchar más por mí y un poco menos por los demás. Porque la verdad es que no siempre pienso en mi persona para tomar decisiones.
Además, como complemento de mi vida, mi alimentación fue un asco: no desayuné por puro orgullo (aunque tampoco tenía hambre), "almorcé" un sandwich y un "Café Chuy" (té chai) como a eso de las once, con dos tragos de Arizona, después de un rato, tomé un vaso de cerveza, comí un frasquito de helado (mi meta era un litro, pero ni para eso dieron mis cuasiganas) y cené un sandwich de queso y un Yakult. No he tomado agua ni medicinas (son recetadas por un médico, yo odio creer que soy médico e ingerir drogas porque confío en que me harán bien) ni algo que me haga bien. Empieza a dolerme el intestino y la cabeza. Juro que es el único día que va a pasar, porque doy para más y puedo con esto.
Gracias por cuidarme tanto. Sin ti, creo que ya estaría otra vez en una esquina de mi habitación, escuchando lluvias que nadie más puede oler. Sé que te saca de onda escuchar esa canción en mí. Lo siento. No es mi intención mantenerte preocupado o intranquilo. Pero no puedo dejar de escucharla. Siento que fue el botón rojo de muchas cosas. A veces me lastima mucho y me hace llorar tanto, que me da miedo ahogarme como Alicia; pero, hay otras que me da fuerzas y poderes impresionantes, no como los que dan los Vans, pero sí como el recordar lo que Dios dio por nosotros a lo largo de nuestros años: amor, sueños, sentimientos, diferencias, -auto-descubrimientos, enseñanzas (darlas y recibirlas), esperanzas, errores, caídas, trabajos y una larga lista de cosas de todo tipo. Todo eso y más ha significado esa cancioncita para mí. Por eso, no te preocupes si la escucho y/o la canto, porque me ha ayudado bastante... Lo más probable es que un día la deje y sólo la recuerde o con mucho cariño o con mucho odio, pero ya habrá pasado su momento.
Como sea... Tal vez mañana será un mejor día. De verdad deseo eso. Tal vez si me despierto de buenas, ayude... Tal vez si logro olvidar mis pesadillas y empiezo tomando agua y medicinas antes del desayuno y hago ejercicio y llamo para preguntar las tareas... Pero, aún no siento los ánimos para ello. Me deprime verme deprimida y llorosa. Será mejor que empiece a darme mejores caras, porque no sé cuánto va a aguantar mi cuerpecito (por aquello de la colitis, sobre todo)...
Ya quiérete, Addhy, por favor...

Gracias adicionales a esa cancioncita, a Pablo Milanés, Silvio Rodríguez, Alejandrio Filio, Joan Manual Serrat, Joaquín Sabina, Olguita Romás, Ana Belén y más por el estilo...
Ayer soñé cosas horribles. Soñé que no podía volver a verte porque no me lo permitían. Yo te metía a mi casa de una y mil formas, pero siempre nos cachaban. Una y mil formas porque, al final, cuando mi mamá nos prohibía volver a vernos, mi Addhy in-consciente decía, "No tengas miedo, sólo es un sueño, comienza de nuevo." Pero, todo terminaba igual. Yo lo único que quería era verte y estar contigo. Pero te veía y te abrazaba llorando, con una combinación de alegría y tristeza. Por eso intenté no llorar hoy al verte, pero hubo un momento en el que no pude más. Odio las pesadillas, pero odio más recordarlas tan reales y cercanas a la realidad, sin elementos de fantasía que me digan que eso no va a pasar.
Cambiando de tema, voy a confesar algo: no entré a clase de Cálculo Integral ni de Álgebra Lineal porque estoy hasta la madre de la Facultad de Ingeniería. Ayer por la noche me di cuenta de que es lo único que me puedo seguir pagando, porque en verdad, no lo hago. Lo hacen las personas que pagan impuestos y yo aún ni trabajo. Si me voy de mi casa, no puedo pagar una Academia como Fermatta, al menos hasta que pasen muchos años más y consiga progresar un poco. Es por eso que la detesto tanto a veces. A veces me gustaría sentirme a gusto ahí. Sentir algún tipo de pasión por las clases y los conocimientos que adquiero porque "quiero dedicarme a ello el resto de mi vida y amo eso". Me gusta lo que aprendo, pero no es mi máximo aún. No siento siquiera la responsabilidad de llamar para pedir la tarea y no atrasarme; de hecho, me parece hipócritamente responsable el hacerlo. Ni hablar, si a la larga es lo único que me va a quedar para prepararme de un modo profesional, tristemente no puedo abandonarlo. No aún...
A veces me da -muchísimo- miedo la forma en la que estoy pensando. Sueno a que va a ser todo muy fácil y lo voy a lograr de modo sencillo. Sueno a que detesto a mi familia por no entenderme y mucho menos respetarme. No es así. Yo no puedo odiar a la gente. Soy inútil para ello.
Sí. También hoy me di cuenta de ello. Iba de regreso a mi casa, en el metrobús. Había como dos chavos que me iban haciendo ojitos, los muy idiotas. Como iba de no-buenas por el hecho de tener que regresar a casa, los vi feo y sólo se apenaron mucho. Bueno, no es el punto. El rollo de este párrafo es que, después de verlos feo, vi el Parque Hundido. Por un momento recordé cómo mi abuelito -materno- me enseñó a deducir las edades de los árboles, cómo me enseñó a oler la naturaleza de una forma única, el modo en que hablaba del fuego, del viento, del agua y de la tierra y de cómo cada uno es parte de nosotros. Recordé mucho acerca de él. Él me formó en gran parte de mi vida. Creo que en el deseo de mi abuelito por querer 'echarme a perder' (por aquello de que ya no le tocaba educarme), hizo de mí alguien mucho mejor. Recordé cómo mis primos lo querían por los dulces y regalos de Reyes que nos daba. Yo lo amaba por jugar conmigo, por enseñarme, por ir por mí a la escuela, por darme placebos muy azucarados y chocolatosos y heladosos y abrazadores... Lo amaba -y lo amo- por todo lo que hizo por mí, en mí y para mí. Hasta la fecha, es la persona más sabia-querible-quemequería que he conocido y que ha cambiado mi vida entera. Lo extraño muchísimo en los instantes en que tengo problemas con mis papás. A veces me gustaría escucharlo una vez más, dándome un consejo o un regaño. Cualquiera de los dos valdría diamantes enteros o millones de pozos de petróleo. En fin, el punto es que no puedo odiar al mundo entero porque una vez bien-aprendí que siempre hay buenas-cosas si las vemos con buenos-ojos. Tampoco puedo odiar a toda la gente, porque he conocido a personas muy valiosas a lo largo de mi vida.
Retomando el asunto del inicio: me volé dos clases... Y, ¿qué hice? Me fui a ver a Alekz. Lo necesitaba de verdad. Es la única persona capaz de hacerme sentir un mucho mejor y con quien puedo pensar un poquito más con la cabeza y sin tanta víscera, como me dijo ayer mi papá. Además, es la única persona que no me dice, "No llores", si se me empiezan a salir las lágrimas de forma estúpida e irracional. Sólo me abraza y deja que salga todo lo que tenga que hacerlo. Por si fuera poco, abraza bien rico y sus besos me hacen olvidar todo mi alrededor, como si mis dramas desaparecieran y ya no importara mi casa o la Facultad o mi ausencia a las clases o mis disque faltas de respeto a la sociedad (como si ella me hubiera tratado tan bien... Bah!). Hasta se me olvida cómo llorar de tristeza. Tuvo examen y yo me tenía que ir a más tardar a la una en punto, porque mis papás no supieron que no asistí a clases y mucho menos iba a encontrarme con él. Pero, cuando llegué al transbordo en Nuevo León -la estación-, no pude continuar, porque no quise. Así que llamé a mis papás (a cada uno por separado) y les mentí para poder regresar con Alekz. No quería regresar a ver la cara de mi mamá, o tener que soportar sus ideas pseudoliberales. En verdad sigo enojada y creo que ella también, pero ha aprendido a ponerse máscaras con sonrisitas. Yo no. Y, por, eso me llaman berrinchuda y caprichosa. Yo pienso que por fin descubrí que mi futuro tiene que agarrarse de algo muy fuerte y aún no sé de qué. Lo de irme no es definitivo HOY, por las razones que ayer expuse. La verdad, me da miedo hacerlo. Supongo que me da miedo crecer una vez más. Ayer le dije a mi mamá que no sé por qué no entiende que no soy como todas las niñas fresitas (bueno, sólo dije, "niñas") y me dijo, "Bueno, si no eres como todas y no te parecen las reglas, las puertas de esta casa están abiertas para cuando te quieras ir."
¡Carajo! Esa maldita frase de nuevo. Pero, tal vez, sólo tal vez, necesitaba escucharla para tomar el coraje suficiente para darme cuenta de que quiero luchar más por mí y un poco menos por los demás. Porque la verdad es que no siempre pienso en mi persona para tomar decisiones.
Además, como complemento de mi vida, mi alimentación fue un asco: no desayuné por puro orgullo (aunque tampoco tenía hambre), "almorcé" un sandwich y un "Café Chuy" (té chai) como a eso de las once, con dos tragos de Arizona, después de un rato, tomé un vaso de cerveza, comí un frasquito de helado (mi meta era un litro, pero ni para eso dieron mis cuasiganas) y cené un sandwich de queso y un Yakult. No he tomado agua ni medicinas (son recetadas por un médico, yo odio creer que soy médico e ingerir drogas porque confío en que me harán bien) ni algo que me haga bien. Empieza a dolerme el intestino y la cabeza. Juro que es el único día que va a pasar, porque doy para más y puedo con esto.
Gracias por cuidarme tanto. Sin ti, creo que ya estaría otra vez en una esquina de mi habitación, escuchando lluvias que nadie más puede oler. Sé que te saca de onda escuchar esa canción en mí. Lo siento. No es mi intención mantenerte preocupado o intranquilo. Pero no puedo dejar de escucharla. Siento que fue el botón rojo de muchas cosas. A veces me lastima mucho y me hace llorar tanto, que me da miedo ahogarme como Alicia; pero, hay otras que me da fuerzas y poderes impresionantes, no como los que dan los Vans, pero sí como el recordar lo que Dios dio por nosotros a lo largo de nuestros años: amor, sueños, sentimientos, diferencias, -auto-descubrimientos, enseñanzas (darlas y recibirlas), esperanzas, errores, caídas, trabajos y una larga lista de cosas de todo tipo. Todo eso y más ha significado esa cancioncita para mí. Por eso, no te preocupes si la escucho y/o la canto, porque me ha ayudado bastante... Lo más probable es que un día la deje y sólo la recuerde o con mucho cariño o con mucho odio, pero ya habrá pasado su momento.
Como sea... Tal vez mañana será un mejor día. De verdad deseo eso. Tal vez si me despierto de buenas, ayude... Tal vez si logro olvidar mis pesadillas y empiezo tomando agua y medicinas antes del desayuno y hago ejercicio y llamo para preguntar las tareas... Pero, aún no siento los ánimos para ello. Me deprime verme deprimida y llorosa. Será mejor que empiece a darme mejores caras, porque no sé cuánto va a aguantar mi cuerpecito (por aquello de la colitis, sobre todo)...
Ya quiérete, Addhy, por favor...

Gracias adicionales a esa cancioncita, a Pablo Milanés, Silvio Rodríguez, Alejandrio Filio, Joan Manual Serrat, Joaquín Sabina, Olguita Romás, Ana Belén y más por el estilo...
jueves, 19 de febrero de 2009
The show must go on
Coño, soy una profeta... Tenía recuerdos al respecto porque mi inconsciente sabía que algo malo pasaría, sabía que no podría más y que a la primera iba a explotar. Amo a mi inconsciente tan impulsivo y mudo.
¡Agh! No sé qué más decir hoy. Sólo que me siento de la chingadafregadahastalamadredemicasa. Hoy volví a esos miedos. Estuve en mi cuarto encerrada con la oscuridad, tapada con la chamarra consentida y abrazando un peluchito del Come Galletas. Maldita oscuridad, se aprovecha de mi debilidad a la luz -por migraña- y me come, me absorbe hasta la vista. Mis ojos están hinchados como los de un sapo. Lo sé porque tiene poquito que me vi en el espejo. Mi abuelito tenía razón, no me veo bonita llorando... Me veo patética y absurda e hinchada de la cara y cosas así de negativas.
Sí. Estuve a punto de salirme, pero, ¿a dónde? No me quiero salir de una casa para irme a meter a otra. ¿Un hotel? Claro, con qué fregado dinero y por cuántos días. Lo que sí es que ya no tardo mucho en irme de aquí. La verdad, no sé si tenga la capacidad para esperar a terminar la(s) carrera(s) para ser pseudoindependiente... Yo ya no puedo con esto... Cada vez siento que estorbo más y que menos me quieren... Tengo que encontrar un trabajo con los conocimientos que poseo. Tal vez de secretaria en algún lado: soy joven, soy bonita -cuando no lloro-, sé usar la computadora, tacones y falda, tengo dominio del Inglés y los ñores guarros del mercado me chiflan y piropean... Creo que tengo potencial para secretaria... Qué triste... =(
Ya no quiero dejar de tener hambre y sueño y volver llorar largas noches en silencio mientras los demás duermen. Antes, lo que me mantenía en casa era no dejar a mi hermana sola, pero, esa niña por la que yo luchaba, ya se está esfumando y comprobé que no está en mis manos el nosalvarla... La quiero mucho, pero no puedo seguir así... No quiero...
La batalla conmigo ha comenzado y ya no me voy a echar atrás, porque he logrado ya muchas cosas y porque no estoy dispuesta a seguir siendo la niña que se calla todo en el intestino grueso. ¡Coño! ¡Estoy harta de ser la niña sumisa de la casa! Me duele mucho, pero tengo que empezar a ver por mi futuro... Uno que me pueda pagar yo por completo y a ver cómo... Depende de qué tanto tiempo más soporte...
Así, es, amor, no queda sino batirnos y no precisamente en conversaciones anticapitalistas. No queda sino batirnos porque lo merecemos... TE AMO, GRACIAS POR NO DEJARME SOLA COMO OSTRA CON OJOS DE SAPO
¡Agh! No sé qué más decir hoy. Sólo que me siento de la chingadafregadahastalamadredemicasa. Hoy volví a esos miedos. Estuve en mi cuarto encerrada con la oscuridad, tapada con la chamarra consentida y abrazando un peluchito del Come Galletas. Maldita oscuridad, se aprovecha de mi debilidad a la luz -por migraña- y me come, me absorbe hasta la vista. Mis ojos están hinchados como los de un sapo. Lo sé porque tiene poquito que me vi en el espejo. Mi abuelito tenía razón, no me veo bonita llorando... Me veo patética y absurda e hinchada de la cara y cosas así de negativas.
Sí. Estuve a punto de salirme, pero, ¿a dónde? No me quiero salir de una casa para irme a meter a otra. ¿Un hotel? Claro, con qué fregado dinero y por cuántos días. Lo que sí es que ya no tardo mucho en irme de aquí. La verdad, no sé si tenga la capacidad para esperar a terminar la(s) carrera(s) para ser pseudoindependiente... Yo ya no puedo con esto... Cada vez siento que estorbo más y que menos me quieren... Tengo que encontrar un trabajo con los conocimientos que poseo. Tal vez de secretaria en algún lado: soy joven, soy bonita -cuando no lloro-, sé usar la computadora, tacones y falda, tengo dominio del Inglés y los ñores guarros del mercado me chiflan y piropean... Creo que tengo potencial para secretaria... Qué triste... =(
Ya no quiero dejar de tener hambre y sueño y volver llorar largas noches en silencio mientras los demás duermen. Antes, lo que me mantenía en casa era no dejar a mi hermana sola, pero, esa niña por la que yo luchaba, ya se está esfumando y comprobé que no está en mis manos el nosalvarla... La quiero mucho, pero no puedo seguir así... No quiero...
La batalla conmigo ha comenzado y ya no me voy a echar atrás, porque he logrado ya muchas cosas y porque no estoy dispuesta a seguir siendo la niña que se calla todo en el intestino grueso. ¡Coño! ¡Estoy harta de ser la niña sumisa de la casa! Me duele mucho, pero tengo que empezar a ver por mi futuro... Uno que me pueda pagar yo por completo y a ver cómo... Depende de qué tanto tiempo más soporte...

Magipalabras:
=(,
Cabeza,
debrayes,
desequilibrio descontrolado y sensual,
en fin,
etc,
futuro,
lagrimeando por cualquier lado,
las cosas directas,
Lunnitä,
secretos,
ya lo que sea
miércoles, 18 de febrero de 2009
I'm not ready to make nice...
Forgive, sounds good
Forget, I'm not sure I could
They say time heals everything,
but I'm still waiting
Vi el documental referente a la ocasión en que se boiboteó el trabajo de las Dixie Chicks porque la vocalista mencionó, como parte de un concierto en Londres, que le daba vergüenza que el Presidente de los EEUU, en ese entonces, George Bush Hijo (el, 'Hijo' parece ya su segundo apellido), fuera originiario del mismo lugar que ellas: Texas. Se les armó la gorda y se hizo un escándalo al respecto, se les llamó antinacionalistas y etcéteras del estilo. Eso ocurrió justo cuando nadie veía, en dicho país, la injusticia que se cometía contra Irak al iniciar la guerra con fines secretos-gritados.
La verdad, eso no es tanto de mi interés. No quiero decir que las injusticias me entren por un ojo y me salgan por el otro. Simplemente el post tiene otro objetivo y es que, en realidad, no va dedicado a las Dixie y/o al caos que generaron-sufrieron las artistas. La verdad es más simple que un problema pseudopolítico y... Bueno... Simplemente me llegó una de las rolas que pasó en el documental y es la que lleva el título de esta entrada.
I’m through with doubt
There’s nothing left for me to figure out
I’ve paid a price
And I’ll keep paying
Quise saber por unos momentos el porqué de esa canción para llamar de esta forma mi atención, así que tuve que sentarme un rato sola con mis recuerdos (léase entre renglones, más de un día). Leí cada estrofa, cada verso, escuché cada acorde y cada melodía más de una vez -junto y por separado-, hasta conseguí la versión en karaoke para ver si podía sentir algo más que con sólo escuchar la rola... Y ahora, me pongo a escribir esto porque he llegado a una conclusión: mi memoria sigue acarreando una herida abierta. Una que me hizo ser quien soy el día de hoy, la más grande que creo haber sufrido en el aspecto emocional y que me dejó también transtornos en mi organismo: colitis, gastritis (ya la tenía, pero la aunmentó), insomnio, transtornos en mi alimentación (como que a veces no me dé hambre y otras coma como si nunca me llenara), de sueño (sueño seguido cosas que no me son agradables) y más por el estilo. Ayer el gastroenterólogo me dijo que tengo tan irritado mi intestino grueso que debería estar internada en un hospital. Sentí que casi quería darme directo el acta de defunción. Pero, mi umbral del dolor es muy grande y me permite seguir en mi casa. Eso es bueno, sin embargo, ya no quiero estar así: guardando cargas que ni siquiera llevo a propósito y que me afecten hasta físicamente.
De modo similar a la vocalista de las Dixie, un día llegué a mi casa con mis papás e inocentemente hablé de "más". Hablé de cómo creía -y creo- en mí para ser artista y cosas así de vanas y superficiales. Supuestamente herí susceptibilidades y lastimé a mi familia. No sé si ellos se dieron cuenta también de lo mucho que me dañaron... No quiero dar muchos detalles al respecto, porque una computadora no extiende sus cables y te abraza o hace una simulación siquiera para ello y porque no me dice, "Addhy, ya no estés triste, yo te quiero". Hay tantas personas que harían eso por mí: darme una palmadita o una palabra de aliento o un abrazo y hasta más: hay personas que me dirían la verdad de lo que piensan al respecto. No quiero hablar de ello y, sin embargo, creo que me hace falta para sacarlo -de nuevo-, pero, esta vez, de forma definitiva.
I’m not ready to make nice
I’m not ready to back down
I’m still mad as hell and
I don’t have time to go round and round and round
It’s too late to make it right
I probably wouldn’t if I could
‘Cause I’m mad as hell
Can’t bring myself to do what it is you think I should
Hay días en los que me gustaría pedir a mis papás me dieran chance de regresar con Mauricio, mi locólogo, al que le tomé tanto aprecio y cierto cariño. No sé si sea lo más profesional de un psicoanalista, pero a veces se ponía en mi lugar y me decía cosas mucho más reales y cercanas a mí que las mil y una personas que me rodean y creen saber de qué hablo. Hay otros que extraño tanto hablar con la psicóloga de la preparatoria, quien me decía que debo hacer todo para ser feliz por y para mí y quien me decía que debo ser egoísta de vez en cuando. Y hay días seguidos que no sé qué me pasa y debo empezar a indagar por mi cuenta para después poder sacarlo -de nuevo-. Hay días en los que extraño un friego hablar con mi mejor amiga, aquella con la que celebraba el Día Pervert el 20 de cada mes y quien me abrazaba cuando necesitaba de alguien sincero, de alguien con quien no importaba si estaba peleada o molesta (o ella conmigo), si nos necesitábamos, ahí estábamos las dos, la una para la otra, como dos Lapitas. Mugre universidad, ahora cada una tiene no sé cuántas actividades y no me dejan verla y yo la extraño-necesito-quiero-extraño tanto... Hay días en los que dejo de hablar con Alekz o no encuentro el momento para hacerlo y se me vienen muchas cosas encima porque me las cuento a mí misma por no interrumpirlo y me hace falta. Él me hace mucho bien, me ayuda a aclarar mis ideas, a ordenar los archivos de mi cabeza, a sacar las lágrimas que me guardo en el día.
Hoy llovió de una forma muy extraña: el cielo se nubló y comenzó a oler a humedad. De la nada, comenzaron los rayos, cayeron unas cuantas gotas y se fueron las nubes... Se fueron porque a mí me deprime mucho que llueva cuando estoy triste... Porque esos días en los que yo sentía que mi mundo debía terminarse, llovía eternamente por las noches: largo, tendido, furioso, destrozado, azotando sus gotas y granizos contra el domo... Y yo escuchaba todo eso por dentro también... Porque yo lloraba al igual que lo hacía el cielo, sólo que yo terminaba con mi rostro en lugar del domo, acababa con mis ilusiones y daba fin a mi sueños, metas y futuro en general...
I know you said
Can’t you just get over it
It turned my whole world around
And I kind of like it
Y mientras releo lo que voy escribiendo, creo que una parte de mí dice, "No mames, Addhy, ni quien te crea", pero así fue. Creo que fue en esos días cuando empezó algo parecido a escuchar voces y sonidos en mi cabeza. No la gran cosa como, "Mata a tus vecinos, Addhy, es la única forma de salvar el mundo de un terremoto." Nah, lo mío era más simple y más complicado a la vez: yo escuchaba -aún lo hago- música viva, canciones enteras en mi cabeza. Hasta llegaba a pensar que alguien tenía el estéreo a todo volumen a altas horas de la madrugada y me sorprendía que nadie lo callara y que fuera yo quien se sabía todas las canciones... Así era hasta que, me empezaba a sentir mal, me dolía la cabeza y sentía mis ojos pesados, sentía la boca seca, pero me daba asco tomar agua porque me daban agruras... Entonces, todo se apagaba de golpe y me daba cuenta de que todo estaba dentro de mí...
En esos días experimenté el alejarme de la música. O, mejor escrito, el "mealejaronde" la música. Sí, porque fue a la fuerza. Por eso casi enloquezco y no sólo de modo 'mencionativo' (o sea, un, "Ay, qué loco" por ejemplo). Creo que es hora de que hable de ello cara a cara conmigo en el espejo, de que me llore todo lo que necesite y de abrazarme, porque si no lo hago yo, no tengo el derecho de pedirlo de alguien más esta vez... Porque todo el coraje que me guardé debe por fin salir para defender lo que soy... Pero, siempre soy tan débil que pongo a otros antes que yo... Quiero que esta vez sea diferente, que sea el comienzo del resto de mi vida. Ya no quiero que me duela mi pancita por tanto llorar o estresarme o estar de malas porque no me gusta la Facultad a la que pertenezco y lo que estudio estos días por las mañanas no me llena... Quiero dejar tantas cosas... Sacudirme de todo lo que me hace daño, barrerlo y llevarlo a quemar o algo así y sólo recordarlo como lo que FUE, como debería de ser...
Forgive, sounds good
Forget, I’m not sure I could
They say time heals everything
But I’m still waiting
(Qué diferencia con el post pasado, ¿no? Y sí, la rola no está completa)
Forget, I'm not sure I could
They say time heals everything,
but I'm still waiting
Vi el documental referente a la ocasión en que se boiboteó el trabajo de las Dixie Chicks porque la vocalista mencionó, como parte de un concierto en Londres, que le daba vergüenza que el Presidente de los EEUU, en ese entonces, George Bush Hijo (el, 'Hijo' parece ya su segundo apellido), fuera originiario del mismo lugar que ellas: Texas. Se les armó la gorda y se hizo un escándalo al respecto, se les llamó antinacionalistas y etcéteras del estilo. Eso ocurrió justo cuando nadie veía, en dicho país, la injusticia que se cometía contra Irak al iniciar la guerra con fines secretos-gritados.
La verdad, eso no es tanto de mi interés. No quiero decir que las injusticias me entren por un ojo y me salgan por el otro. Simplemente el post tiene otro objetivo y es que, en realidad, no va dedicado a las Dixie y/o al caos que generaron-sufrieron las artistas. La verdad es más simple que un problema pseudopolítico y... Bueno... Simplemente me llegó una de las rolas que pasó en el documental y es la que lleva el título de esta entrada.
I’m through with doubt
There’s nothing left for me to figure out
I’ve paid a price
And I’ll keep paying
Quise saber por unos momentos el porqué de esa canción para llamar de esta forma mi atención, así que tuve que sentarme un rato sola con mis recuerdos (léase entre renglones, más de un día). Leí cada estrofa, cada verso, escuché cada acorde y cada melodía más de una vez -junto y por separado-, hasta conseguí la versión en karaoke para ver si podía sentir algo más que con sólo escuchar la rola... Y ahora, me pongo a escribir esto porque he llegado a una conclusión: mi memoria sigue acarreando una herida abierta. Una que me hizo ser quien soy el día de hoy, la más grande que creo haber sufrido en el aspecto emocional y que me dejó también transtornos en mi organismo: colitis, gastritis (ya la tenía, pero la aunmentó), insomnio, transtornos en mi alimentación (como que a veces no me dé hambre y otras coma como si nunca me llenara), de sueño (sueño seguido cosas que no me son agradables) y más por el estilo. Ayer el gastroenterólogo me dijo que tengo tan irritado mi intestino grueso que debería estar internada en un hospital. Sentí que casi quería darme directo el acta de defunción. Pero, mi umbral del dolor es muy grande y me permite seguir en mi casa. Eso es bueno, sin embargo, ya no quiero estar así: guardando cargas que ni siquiera llevo a propósito y que me afecten hasta físicamente.
De modo similar a la vocalista de las Dixie, un día llegué a mi casa con mis papás e inocentemente hablé de "más". Hablé de cómo creía -y creo- en mí para ser artista y cosas así de vanas y superficiales. Supuestamente herí susceptibilidades y lastimé a mi familia. No sé si ellos se dieron cuenta también de lo mucho que me dañaron... No quiero dar muchos detalles al respecto, porque una computadora no extiende sus cables y te abraza o hace una simulación siquiera para ello y porque no me dice, "Addhy, ya no estés triste, yo te quiero". Hay tantas personas que harían eso por mí: darme una palmadita o una palabra de aliento o un abrazo y hasta más: hay personas que me dirían la verdad de lo que piensan al respecto. No quiero hablar de ello y, sin embargo, creo que me hace falta para sacarlo -de nuevo-, pero, esta vez, de forma definitiva.
I’m not ready to make nice
I’m not ready to back down
I’m still mad as hell and
I don’t have time to go round and round and round
It’s too late to make it right
I probably wouldn’t if I could
‘Cause I’m mad as hell
Can’t bring myself to do what it is you think I should
Hay días en los que me gustaría pedir a mis papás me dieran chance de regresar con Mauricio, mi locólogo, al que le tomé tanto aprecio y cierto cariño. No sé si sea lo más profesional de un psicoanalista, pero a veces se ponía en mi lugar y me decía cosas mucho más reales y cercanas a mí que las mil y una personas que me rodean y creen saber de qué hablo. Hay otros que extraño tanto hablar con la psicóloga de la preparatoria, quien me decía que debo hacer todo para ser feliz por y para mí y quien me decía que debo ser egoísta de vez en cuando. Y hay días seguidos que no sé qué me pasa y debo empezar a indagar por mi cuenta para después poder sacarlo -de nuevo-. Hay días en los que extraño un friego hablar con mi mejor amiga, aquella con la que celebraba el Día Pervert el 20 de cada mes y quien me abrazaba cuando necesitaba de alguien sincero, de alguien con quien no importaba si estaba peleada o molesta (o ella conmigo), si nos necesitábamos, ahí estábamos las dos, la una para la otra, como dos Lapitas. Mugre universidad, ahora cada una tiene no sé cuántas actividades y no me dejan verla y yo la extraño-necesito-quiero-extraño tanto... Hay días en los que dejo de hablar con Alekz o no encuentro el momento para hacerlo y se me vienen muchas cosas encima porque me las cuento a mí misma por no interrumpirlo y me hace falta. Él me hace mucho bien, me ayuda a aclarar mis ideas, a ordenar los archivos de mi cabeza, a sacar las lágrimas que me guardo en el día.
Hoy llovió de una forma muy extraña: el cielo se nubló y comenzó a oler a humedad. De la nada, comenzaron los rayos, cayeron unas cuantas gotas y se fueron las nubes... Se fueron porque a mí me deprime mucho que llueva cuando estoy triste... Porque esos días en los que yo sentía que mi mundo debía terminarse, llovía eternamente por las noches: largo, tendido, furioso, destrozado, azotando sus gotas y granizos contra el domo... Y yo escuchaba todo eso por dentro también... Porque yo lloraba al igual que lo hacía el cielo, sólo que yo terminaba con mi rostro en lugar del domo, acababa con mis ilusiones y daba fin a mi sueños, metas y futuro en general...
I know you said
Can’t you just get over it
It turned my whole world around
And I kind of like it
Y mientras releo lo que voy escribiendo, creo que una parte de mí dice, "No mames, Addhy, ni quien te crea", pero así fue. Creo que fue en esos días cuando empezó algo parecido a escuchar voces y sonidos en mi cabeza. No la gran cosa como, "Mata a tus vecinos, Addhy, es la única forma de salvar el mundo de un terremoto." Nah, lo mío era más simple y más complicado a la vez: yo escuchaba -aún lo hago- música viva, canciones enteras en mi cabeza. Hasta llegaba a pensar que alguien tenía el estéreo a todo volumen a altas horas de la madrugada y me sorprendía que nadie lo callara y que fuera yo quien se sabía todas las canciones... Así era hasta que, me empezaba a sentir mal, me dolía la cabeza y sentía mis ojos pesados, sentía la boca seca, pero me daba asco tomar agua porque me daban agruras... Entonces, todo se apagaba de golpe y me daba cuenta de que todo estaba dentro de mí...
En esos días experimenté el alejarme de la música. O, mejor escrito, el "mealejaronde" la música. Sí, porque fue a la fuerza. Por eso casi enloquezco y no sólo de modo 'mencionativo' (o sea, un, "Ay, qué loco" por ejemplo). Creo que es hora de que hable de ello cara a cara conmigo en el espejo, de que me llore todo lo que necesite y de abrazarme, porque si no lo hago yo, no tengo el derecho de pedirlo de alguien más esta vez... Porque todo el coraje que me guardé debe por fin salir para defender lo que soy... Pero, siempre soy tan débil que pongo a otros antes que yo... Quiero que esta vez sea diferente, que sea el comienzo del resto de mi vida. Ya no quiero que me duela mi pancita por tanto llorar o estresarme o estar de malas porque no me gusta la Facultad a la que pertenezco y lo que estudio estos días por las mañanas no me llena... Quiero dejar tantas cosas... Sacudirme de todo lo que me hace daño, barrerlo y llevarlo a quemar o algo así y sólo recordarlo como lo que FUE, como debería de ser...
Forgive, sounds good
Forget, I’m not sure I could
They say time heals everything
But I’m still waiting
(Qué diferencia con el post pasado, ¿no? Y sí, la rola no está completa)
jueves, 12 de febrero de 2009
Cada luna loca con su tema...
Caray... Se acerca el 14 de febrero y la mayor parte de la población con pareja o muchos pseudo amigos se prepara para 'festejar'. A mí no me molesta eso. En realidad, me da igual si gastan sus energías y dinero y etc. en regalitos (como el que quiero), flores (como la que quiero) y demás cosillas. Ja, ja, ja...
La verdad, no es que yo QUIERA o siquiera NECESITE los regalos, porque, la verdad es que llegan solitos. Sólo, me parece que el amor y la amistad se debe celebrar diario... ¿O será que los ingenieros ya se dieron cuenta de que eso no es posible? (Girar con el ciclo universal) ¿Pasa que si no es 14 de febrero somos incapaces de recordar que amamos y que somos amados (y no me limito a hablar sólo de una pareja)? ¿Nos encontramos inhabilitados para dedicar poemas o por lo menos sentir mariposas en la cabeza cuando vemos a la persona amada si no "estamos en el mes del amor"?
Yo no sé qué le pase a la mayor parte de la población que festeje esta fecha. Cada quien sus ideas y pues, espero que no se engenten tan fácil como yo. Hasta me duele la cabeza... Pero con verlo se me quita y es que...
¿Qué puedo decir sobre él? Lo amo y nada me lo quita del alma. Me dice cosas lindas "HASTA CUANDO NO ES 14 DE FEBRERO". Un día me regaló un hermozzhä rozzhä morada porque sí, porque me la quería dar y YA.
Bueno... Otro día con más calma hablaré sobre él. Aunque, practicamente en cada poema escrito aquí por mí, lo menciona, de forma sutil o directa, depende la percepción que tenga cada uno.
Conclusión: No importa lo que pase en mi casa. No importa porque ya me cansé de hablar con mi familia de mente cerrada y que no piensa respetar (ya no se diga, entender) -como yo a ella-, mi forma de ver, de sentir, de pensar, de sentir, de vivir, de sentir, de trabajar, de sentir... ¿Ya me mencioné de sentir?
¡Pues sí, carajo! Soy una persona muy sensible y, !¿qué?! Tampoco significa que no sea capaz de dejar eso a un lado y razonar un demasiado. De lo contrario, qué trauma sería para mí: no poder contar con un poco de pensamiento abstracto y en Ingeniería.
En fin, después de hablar conmigo un rato he decidido que mis planes siguen como antes de empezarel último año de preparatoria: en cuanto tenga el primer título de alguna carrera (el que llegue primero, por desesperado y loco y absurdo que se lea a la vez), me retiro de mi hogar. No sé si tenga que empezar rentando y/o compartiendo cuarto con alguien. Lo que NECESITO es mi espacio. Me urge. Así podré hacer, según palabras de mi mamá, lo que me venga en gana: buscar un hogar más sólido (aguas, no hablo de familia inmediata, que quede bien claro), viajar a donde quiera sin pedir permiso, ver películas de terror, aprender todo lo que me gusta, hacer música hasta la hora que quiera, trabajar en lo que amo, ¡coño! Sí, voy a vivir de mi amor-actividad más grande. Me importa un pito que no coma una semana completa, si puedo ser plenamente feliz y sin arrepentirme de una sola cosa, como hasta ahora.
Ni modo, a esperar ese día más que al fin de semestre de la UNAM =( ... Yo sólo quiero ser feliz y libre. ¿Es eso tan malo? No sabía que la Tierra era un lugar tan complicado a veces... A lo mejor por eso se inventan fechas como la del 14 de febrero... Sniff... Si es así, quisiera celebrar el 14 de febrero... Pero yo soy de las que celebran a casi diario... Sniff... Ya no quiero celebrar el 14, ¿qué tal que significa que no puedo celebrar otro día más?
Ya me voy... Nada más digo-escribo cosas sin sentido común y como las personas -que viven en mi cabeza- que me leen, de seguro no entienden mucho (a veces ni yo me entiendo), mejor aquí le paro.
¡Antes que nada soy partidario de vivir!
La verdad, no es que yo QUIERA o siquiera NECESITE los regalos, porque, la verdad es que llegan solitos. Sólo, me parece que el amor y la amistad se debe celebrar diario... ¿O será que los ingenieros ya se dieron cuenta de que eso no es posible? (Girar con el ciclo universal) ¿Pasa que si no es 14 de febrero somos incapaces de recordar que amamos y que somos amados (y no me limito a hablar sólo de una pareja)? ¿Nos encontramos inhabilitados para dedicar poemas o por lo menos sentir mariposas en la cabeza cuando vemos a la persona amada si no "estamos en el mes del amor"?
Yo no sé qué le pase a la mayor parte de la población que festeje esta fecha. Cada quien sus ideas y pues, espero que no se engenten tan fácil como yo. Hasta me duele la cabeza... Pero con verlo se me quita y es que...
¿Qué puedo decir sobre él? Lo amo y nada me lo quita del alma. Me dice cosas lindas "HASTA CUANDO NO ES 14 DE FEBRERO". Un día me regaló un hermozzhä rozzhä morada porque sí, porque me la quería dar y YA.
Bueno... Otro día con más calma hablaré sobre él. Aunque, practicamente en cada poema escrito aquí por mí, lo menciona, de forma sutil o directa, depende la percepción que tenga cada uno.
Conclusión: No importa lo que pase en mi casa. No importa porque ya me cansé de hablar con mi familia de mente cerrada y que no piensa respetar (ya no se diga, entender) -como yo a ella-, mi forma de ver, de sentir, de pensar, de sentir, de vivir, de sentir, de trabajar, de sentir... ¿Ya me mencioné de sentir?
¡Pues sí, carajo! Soy una persona muy sensible y, !¿qué?! Tampoco significa que no sea capaz de dejar eso a un lado y razonar un demasiado. De lo contrario, qué trauma sería para mí: no poder contar con un poco de pensamiento abstracto y en Ingeniería.
En fin, después de hablar conmigo un rato he decidido que mis planes siguen como antes de empezarel último año de preparatoria: en cuanto tenga el primer título de alguna carrera (el que llegue primero, por desesperado y loco y absurdo que se lea a la vez), me retiro de mi hogar. No sé si tenga que empezar rentando y/o compartiendo cuarto con alguien. Lo que NECESITO es mi espacio. Me urge. Así podré hacer, según palabras de mi mamá, lo que me venga en gana: buscar un hogar más sólido (aguas, no hablo de familia inmediata, que quede bien claro), viajar a donde quiera sin pedir permiso, ver películas de terror, aprender todo lo que me gusta, hacer música hasta la hora que quiera, trabajar en lo que amo, ¡coño! Sí, voy a vivir de mi amor-actividad más grande. Me importa un pito que no coma una semana completa, si puedo ser plenamente feliz y sin arrepentirme de una sola cosa, como hasta ahora.
Ni modo, a esperar ese día más que al fin de semestre de la UNAM =( ... Yo sólo quiero ser feliz y libre. ¿Es eso tan malo? No sabía que la Tierra era un lugar tan complicado a veces... A lo mejor por eso se inventan fechas como la del 14 de febrero... Sniff... Si es así, quisiera celebrar el 14 de febrero... Pero yo soy de las que celebran a casi diario... Sniff... Ya no quiero celebrar el 14, ¿qué tal que significa que no puedo celebrar otro día más?
Ya me voy... Nada más digo-escribo cosas sin sentido común y como las personas -que viven en mi cabeza- que me leen, de seguro no entienden mucho (a veces ni yo me entiendo), mejor aquí le paro.
¡Antes que nada soy partidario de vivir!
Magipalabras:
=(,
Cabeza,
debrayes,
desequilibrio descontrolado y sensual,
en fin,
etc,
Hola Tierra,
las cosas directas,
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- "Pálida, lejana, sin atmósfera respirable." Hola a todos. Como verán, iré renovando este espacio poco a poco. Por lo pronto, me presento: Addie (o pequeña Addie) me dicen mis amigos. Soy compositora, ing. en audio y productora musical. La música es mi vida y, a través de este blog y otros medios, los haré parte de mi crecimiento como músico y como persona. Soy tan diferente a mi familia, que la teoría más aceptada sobre mí es que soy una hija perdida de la luna. Siéntanse libres de escuchar y opinar. ¡Bienvenidos!
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