Durante la obra, explican el proceso de negociación por parte del gobierno con los terroristas chechenos que quieren libertad para sus presos políticos y que se retiren las tropas de sus tierras. Entre los miembros del equipo destacan el líder, una mujer hambrienta de venganza, una actriz que puso la misma obra que interrumpieron y un hombrecillo que está ahí por cobrar violencia con violencia.
Durante el primer día, llamadas a seres queridos.
"Voy a estar bien, mamá, no te preocupes."
"Obedece a papá y cuando regrese, te voy a cocinar tu platillo favorito, mi amor. Pórtate bien."
"Obedece a papá y cuando regrese, te voy a cocinar tu platillo favorito, mi amor. Pórtate bien."
Murmullos y llantos por todos lados y las primeras negociaciones:
-No vamos a salir de aquí con las manos vacías.
-Alguien tiene que dar el primer paso.
-Nosotros ya dimos el primer paso. Tomar este teatro es el primer paso.
Segundo día, mueren algunos. Los actores quieren escapar. Entrevistan a los terroristas. Al final del día, amenazan con matar, a partir de las 7:00 hrs, una persona por hora, hasta que se cumplan sus exigencias.
Tercer día, comienzan a escoger a los primeros...
Durante la hora y cuarenta y tantos minutos que dura la obra, se siente el miedo y los balazos, retumban en la cabeza. Hay una pantalla que muestra, a través de cámaras, lo que sucede afuera del teatro y en sus pasillos.
Esto, según la compañía, porque la única forma de vencer tus miedos, es enfrentarlos.
Varias veces se me pusieron los nervios de punta y sentí murcielaguitos en mi panza mordiéndome por dentro. Es decir, que cumplieron con el cometido. Yo esperaba más violencia, más amenazas con pistolas en la cabeza e interacción con el público, pero, quién sabe si todos lo hubieran aguantado.
A mí me agradó y, más que eso, me secuestró.
Si pueden algún día, no se la pierdan.
Pórtense como sean felices.
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